Impacto del aumento de la temperatura ambiental en la producción de cerdos

La temperatura corporal de los animales de sangre caliente se regula por medio de la evaporación del agua mediante la sudoración (evaporación a través de los poros de la piel) y el jadeo (evaporación a través de los poros de la boca).

Por estas razones el cerdo es un animal con una limitada capacidad termorreguladora, debido a que carece de un sistema que le permita la sudoración y a su potencialidad de acumular tejido graso debajo de la piel, lo que aumenta su aislamiento térmico con el ambiente. Estas razones lo hacen extremadamente vulnerable al aumento de la temperatura ambiental.

La piel de los cerdos tiene una capa de grasa subdérmica, provista de glándulas sudoríparas no funcionales, que lo hace muy resistente al frío, pero muy sensible al calor. El cerdo suda únicamente por el hocico, el prepucio y los espacios interdigitales.

Por esta incapacidad para sudar adecuadamente, cuando realizan cualquier esfuerzo físico o cuando la temperatura exterior es alta aumentan la frecuencia respiratoria como un mecanismo para perder calor por evaporación, ello propicia que se agiten fácilmente y los predispone a sufrir estrés calórico y el riesgo de morir es alto. Ante situaciones como estas cambian su comportamiento: los animales se esfuerzan por buscar lugares más húmedos y fríos, aumentan el consumo de agua y cuando estos mecanismos no son suficientes, los cerdos modifican su producción de calor reduciendo la tasa metabólica basal y disminuyen el nivel de ingestión, aspecto que atenta contra los indicadores productivos.

Los centros para la regulación del equilibrio térmico se encuentran en el hipotálamo. Estos centros reciben información sobre la temperatura del organismo mediante la temperatura de la sangre que fluye a través de los tejidos y mediante impulsos nerviosos procedentes de la piel. A continuación en la tabla 1, se presentan las temperaturas o ambientales ( C) recomendadas para las diferentes fases productivas de los cerdos.

Tabla 1. Temperaturas ambientales recomendadas en las diferentes fases productivas de los cerdos.

CategoríaTemperatura (ºC)
Lechones32
Crecimiento26
Engorde18
Cerdas Gestantes

Cerdas Lactantes

Verracos

 

20 – 26

 

Datos referidos en consulta personal con el Dr. Arístides García y MsC. Manuel de J. Acosta. Instituto de Investigaciones Porcinas.

Es importante destacar el efecto de la humedad relativa en la percepción del calor, ya que la sensación térmica está muy relacionada con este indicador. La humedad relativa óptima para los cerdos está entre 50 y 75%, si la humedad relativa es inferior al 40% los cerdos se ven perjudicados ya que se secan las mucosas y aumenta los riesgos de infección, fundamentalmente las trasmitidas a través del aire. Por otra parte, humedades relativas superiores al 80% agudizan los efectos de las temperaturas extremas, así la sensación de frío o calor, de acuerdo a la temperatura ambiental existente se acentúa. En la tabla 2 se presentan los valores de humedades relativas óptimas para las diferentes categorías.

Tabla 2. Humedades óptimas (%) para las diferentes categorías de cerdos.

CategoríaFuentes 1992Forcada 1997Aguilar 2006
Lechones6060 – 65
Engorde (35 – 60 kg)60 – 7065 – 8050 – 75
Engorde (60 – 110 kg)70 – 8065 – 8050 – 75
Cerdas Reproductoras vacías y gestantes60 – 7065 – 7565 – 75
Cerdas Reproductoras lactantes60 – 7065 – 7560 – 85

Necesidades de agua

Una temática esencial es la relacionada con el agua de beber y el incremento de la temperatura ambiental. Es importante que se garantice un abastecimiento de agua limpia, fresca y que su uso sea racional en las unidades. La temperatura ideal del agua para el consumo de los cerdos es de 12 a 18°C. Algunos estudios demuestran que el consumo de agua en los cerdos disminuye en más del 60% a temperaturas de 30°C. Es por ello que se recomienda prestar atención al diseño del sistema de abastecimiento de agua en las unidades, que las tuberías y tanques no queden expuestas al sol para evitar su calentamiento. Acciones como estas constituyen medidas esenciales que garantizan bienestar en los animales.

Impacto del aumento de la temperatura en la reproducción

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El manejo de la reproducción y el aumento de las temperaturas ha sido de los temas más estudiados, la literatura destaca un gran número de trabajos en los que se plantean diferentes acciones para mitigar sus impactos.

Las cerdas gestantes durante las primeras tres semanas son muy susceptibles a las altas temperaturas. El calor tiene efectos negativos sobre los parámetros productivos, aumentan los anestros, el celo dura menos, disminuye el índice de partos y el tamaño de la camada. En las cerdas lactantes disminuye el consumo de alimentos y por tanto la producción láctea y el peso de la camada.

En el caso de los machos, las altas temperaturas afectan la espermatogénesis y disminuyen el líbido, la calidad espermática y la fertilidad. La exposición de los verracos a una temperatura ambiente superior a los 33°C reducen el número de espermatozoides en el eyaculado, su mortalidad y aumenta la proporción de espermatozoides anormales.

Fuente: Ma. Tamara Cruz, Roberto Sosa, Yasser M. Díaz y José de la Fuente
Razas Porcinas.


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