Fallas reproductivas de las cerdas que están asociadas al aborto
La fecundación puede verse interrumpida cuando existe un ambiente uterino desfavorable para la implantación y desarrollo de los embriones debido a la producción excesiva de prostaglandinas que conduce a una luteolisis; o debido a la acción de agentes infecciosos que provocan mortalidad prenatal que conducen al aborto o fetos momificados.
La hipovitaminosis A es muy frecuente en la alimentación de los cerdos, principalmente en las cerdas madres, lechones y cerdos en ceba intensiva. La misma provoca trastornos de la fertilidad y en la reproducción en general al presentarse abortos, reabsorción de embriones, camada con poco peso y poco numerosa.
A pesar de constituir un grave problema para la reproducción se ha demostrado que una tasa de abortos menor del 2% es considerada como normal en la producción porcina intensiva. Los partos prematuros que con regularidad son observados en la práctica diaria suelen ser la consecuencia del estrés nutricional, genético o ambiental, pero muchas veces se desconocen las causas.
Según RioPerez y Rodríguez (2006) el aborto es la expresión más dramática de pérdida de producción. Cuando hay un aumento de abortos por encima de los por cientos considerados como normal, su causa obedece generalmente a la entrada de animales de reemplazo o a la mezcla de grupos de animales provenientes de condiciones epizootiologicas diferentes.
Se ha comprobado que aproximadamente el 38% de los abortos diagnosticados se atribuyen a causas infecciosas. Pueden perderse uno, varios o todos los fetos de la camada. Si la infección ocurre a menos de los 35 días de gestación, los fetos pueden ser reabsorbidos. Si ocurre entre los días 35 y 70 días de gestación, los fetos se momifican. Si es después del día 70, puede ser que los lechones nazcan débiles o muertos. Los problemas infecciosos pueden provocar un problema agudo mientras que en muchos casos el problema es crónico y ha permanecido durante mucho tiempo sin ser detectado.
En este trabajo se describe las principales causas que provocan aborto en las cerdas.
Desarrollo
La interrupción de la gestación con expulsión prematura de los fetos muertos o momificados se puede dar en un colectivo de cerdas gestantes de la misma granja por distintas causas y en determinados momentos de la gestación, según sea aborto precoz o tardío. Los abortos infecciosos producen diferentes consecuencias si son producidos por infecciones inespecíficas de presentación esporádica (Staphilococcus aureus, Streptococos spp, Salmonella, Pasteurella multocida, Listeria, y E. coli, dentro de otros), o por infecciones específicas de carácter enzoótico (Brucelosis, Leptospirosis, SRRP, Parvovirus, Enterovirus), y por infecciones generalizadas presentes en la granja (Peste Porcina, Mal Rojo, Enfermedad de Aujeszky). Para una mejor descripción de las principales causas de los abortos nos pareció más fácil separarlas en infecciones especificas, inespecíficas, generalizadas y en causas no infecciosas como describimos a continuación.
Infecciones inespecíficas de presentación esporádica
Son generalmente causadas por bacterias como: Staphilococcus aureus, estreptococos, Salmonella, Pasteurella multocida, Listeria, y E. coli dentro de otras. Las enfermedades bacterianas del tracto reproductivo pueden resultar en falla en la concepción y/o muerte embrionaria. Las bacterias penetran al útero durante el estro y la monta debido a que el cervix se relaja en ese momento. El aumento de la tasa de repeticiones puede ser la única indicación de que existe un problema. Los intervalos de retorno a celo pueden ser normales o prolongados. La inflamación del endometrio no es compatible con la supervivencia de los embriones por lo que la preñez se terminará.
Las bacterias que causan estas infecciones de los tracto urinario y reproductivo pueden encontrarse en estos sistemas y/o en el ambiente. Cuando son los sistemas los que están contaminados y los mecanismos de defensa están sobrecargados, se produce la infección. Los métodos más efectivos de prevenirla es proporcionar un medio ambiente limpio (buena eliminación de desperdicios) y suficiente agua limpia.
Infecciones específicas de carácter enzoótico
Se reconoce dentro de este grupo a las infecciones que causan enfermedades como: Brucelosis y Leptospirosis, también están dentro de este, el virus del Síndrome Respiratorio Reproductivo Porcino (SRRP), el Parvovirus, y el Enterovirus porcino.
Aborto por Brucella
Según Anón (1981), por regla general, la brucelosis porcina es producida por Brucella suis. Sin embargo, el cerdo también puede ser afectado bajo condiciones naturales por B. melitensis y B. abortus. Las cerdas infectadas por Brucella suis pueden abortar en cualquier fase de la gestación, aunque la frecuencia más común sea entre los 80-100 días y la causa se deba generalmente a una endometritis y a la propia infección fetal. Brucella suis provoca descargas vulvares y se puede ver en preparaciones mediante tinción. Los síntomas clínicos más destacados, además del aborto con fetos momificados o macerados, retención de placentas, la esterilidad temporal o permanente y otras alteraciones concomitantes como metritis, mastitis, degeneración quística, etc. La prevención y control se basan en las pruebas diagnósticas, segregación y sacrificio de las reproductoras infectadas.
Este microorganismo infecta también a los humanos. El contagio ocurre por contacto directo con tejidos infectados, especialmente, fetos abortados y membranas. Los verracos desarrollan una infección persistente (orquitis) y pueden excretar bacterias en el semen, lo que contribuye a la diseminación de la enfermedad. Los antibióticos son de poco valor en el tratamiento de la brucelosis. Es mejor adoptar prácticas de manejo para mantener los rebaños libres de brucelosis. Los riesgos a la salud humana siempre deben ser considerados cuando se estén manejando fetos abortados o membranas fetales.
Aborto por Leptospirosis
Se sabe que una gran variedad de bacterias de leptospira infectan a los cerdos. En la mayoría de los rebaños que han sido expuestos se encuentran pocos casos clínicos de la enfermedad.
Las bacterias de leptospira prefieren el riñón y aparecen en la orina. El contacto con la orina infectada es la forma más común de contagio de los otros animales. También, se puede localizar en el útero de hembras preñadas. Si se contagian animales reproductores susceptibles, la leptospirosis puede producir abortos, mortinatos o el nacimiento de lechones débiles.
Diferentes serovares de Leptospira interrogans han sido encontrados en los cerdos. La pomona es la más comúnmente involucrada en la infertilidad. La bratislava también se ha encontrado persistente en el oviducto y útero de hembras no preñadas y el tracto genital superior de los verracos, contribuyendo a la infertilidad. Es posible que esta infección pueda contagiarse durante el apareamiento. Sin embargo, por ahora no se ha ligado la infección de bratislava con brotes clínicos a gran escala en los Estados Unidos.
Existen vacunas contra la leptospirosis, pero la inmunidad que suministran suele ser breve. Los reproductores deben ser vacunados por lo menos dos veces al año y hasta cuatro veces en rebaños infectados. Las vacunaciones deben aplicarse antes del servicios. Los antibióticos ayudan a reducir la incidencia de la enfermedad pero no pueden eliminarla completamente en un rebaño infectado. Los roedores y la fauna silvestre local pueden estar también infectados y contribuir a la diseminación de la leptospirosis. Las prácticas de manejo que eliminen las poblaciones de roedores e impidan la contaminación del alimento y el agua por la orina, también contribuirán en gran medida a sanear el ambiente. Durante un brote, los animales clínicamente enfermos deben ser tratados y los que están en contacto con ellos deben ser vacunados.
La infección por L. bratislava es la que normalmente produce el aborto porcino que suele suceder al final de la gestación (2-4 semanas anteriores al parto) con la presencia de lechones a término, muertos o nacidos muy débiles. El diagnóstico se basa en la valoración serológica de las cerdas y en la detección de las leptospiras en los cultivos de tejidos fetales, orina y sangre. Un brote de descargas acuosas en nulípara después de cubrirse por primera vez puede indicar infección por Leptospira bratislava.
Aborto por SRRP
A finales de la década de los 80, muchos rebaños porcinos experimentaron gran cantidad de abortos, seguidos por un aumento en la incidencia de nacidos muertos y momificados. La tasa de sobrevivencia fue muy baja para los lechones que nacieron vivos. También, fue reportada la neumonía, afectando a cerdos de todas las edades en esos rebaños. Muchas de las cerdas que se recuperaron experimentaron períodos de infertilidad. Recientemente, se aisló un virus de RNA como el agente causal. El proceso de la enfermedad, que se llamó al principio la Enfermedad Misteriosa de los Cerdos, se llama ahora Síndrome Respiratorio Reproductivo Porcino (SRRP) o Síndrome Respiratorio de Infertilidad Porcina (SRIP).
El Síndrome Reproductor Respiratorio Porcino (SRRP) tiene dos fases clínicas bien diferenciadas con alteraciones en la reproducción y procesos respiratorios en los lechones al destete. En cerdas gestantes los abortos pueden superar el 10% y los partos prematuros con fetos momificados o lechones débiles al nacimiento entre el 25- 40%, presentándose generalmente al final de la gestación. El virus es de gran variabilidad y virulencia tanto en las cepas americanas como en las europeas, constituyendo la profilaxis higiénico-sanitaria y las vacunas comerciales con distintas cepas antigénicas las armas más eficaces para combatir el control de la enfermedad.
Los rebaños recién infectados siguieron el patrón de enfermedad descrito anteriormente. Más recientemente se ha asociado el SRRP con los cerdos que progresan mal en el destete y con la disminución en las tasas de pariciones. Además, las tasas de concepción y la cantidad de animales servidos ha disminuido. Las cerdas próximas al parto, presentan fiebre y pérdida de apetito.
Como no existe un tratamiento específico para el SRRP, debe darse terapia de apoyo a los animales enfermos. Es útil darles medicamentos para disminuir la fiebre y animarles a comer. Al adquirir animales de rebaños que no hayan sido expuestos, estos deben ser aislados por lo menos durante 30 días, para disminuir el contagio de esta enfermedad y establecer un estricto control del movimiento de los animales dentro del rebaño.
Parvovirosis porcina (PVP)
Aborto por PVP se le identifica frecuentemente con el fracaso reproductivo y la momificación de los fetos en cerdas reproductoras antes de los 70 días de gestación.
Es una enfermedad vírica caracterizada por producir fallos reproductivos, sobre todo en hembras primíparas o reproductoras multíparas que aún no hayan desarrollado suficiente inmunidad contra el virus. El agente causal es un ADN-virus con un único serotipo, perteneciente a la familia Parvoviridae.
El cerdo es el único reservorio natural, fundamentalmente reproductores jóvenes, que excretan el virus durante 1-2 semanas después de la infección por heces, orina y flujo vaginal. El contagio es directo vía oro nasal y en ocasiones puede ser venérea.
No existe ningún signo clínico evidente, aparte de los fallos reproductivos que varían en función del momento de la gestación y la vía de entrada. Si la vía de entrada es vaginal, el efecto es inmediato, con salidas de las hembras a celo a los 21 días después de la cubrición, por mortalidad embrionaria total. Si la vía es oronasal, en 1-8 días los virus pasan a sangre e infectan inmediatamente a los embriones; las consecuencias dependerán del momento de la gestación en el que se encuentre la hembra: antes del cuarto día postcubrición mueren todos los embriones y la hembra sale a celo a los 21 días. Si la infección de los embriones se produce después del cuarto hay mortalidad parcial de los óvulos fecundados y reabsorción del resto, que implica retorno a ciclo tardío (24-30 días postcubrición). Si la infección de los embriones ocurre en el período próximo a la nidación y se afectan los óvulos de un mismo cuerno, éstos serán reabsorbidos y el resto continuará normalmente, lo que provocará una disminución del tamaño de la camada. La infección durante la fase fetal provoca la momificación de los fetos, si es al inicio de la fase fetal la hembra no retorna a celo después del anestro, una inyección de prostaglandina provocará el parto, apareciendo toda la camada momificada. Si es a los 60-70 días de vida del feto, se afectará una parte de la camada, y la otra seguirá adelante con el desarrollo, en el parto aparecen fetos momificados y lechones vivos (disminuye el tamaño de la camada).
La inmunoprofilaxis se realiza en hembras nulíparas para potenciar la inmunidad natural, con vacunas inactivadas mono, di o trivalentes (junto a Mal Rojo y/o Aujezsky). La pauta de vacunación es la primera vacuna a los 6 meses de edad y revacunación a las 3 semanas, siempre antes de la cubrición. Se administrará un recuerdo anual una semana antes del destete.
Enterovirus porcino
Igual que con el parvovirus porcino, los enterovirus están presentes en la mayoría de los rebaños, pero muchas veces no producen ninguna enfermedad clínica. Los enterovirus han sido asociados con enfermedades del sistema nervioso central (poliencefalitis), diarrea y neumonía. También pueden producir pérdidas fetales no específicas, semejantes a las de las infecciones con parvovirus.
Los virus atraviesan la placenta, por lo tanto, las lechonas y cerdas preñadas pueden parir fetos muertos o momificados, menos lechones por camada o sencillamente no parir. Los abortos son raros.
No hay vacuna disponible para la protección contra pérdidas reproductivas resultantes de infecciones con enterovirus. La mejor práctica preventiva es asegurar que las lechonas hayan sido expuestas a materias fecales de animales de otros rebaños, especialmente cerdas viejas, por lo menos un mes antes del servicio. Como ocurre con el parvovirus porcino, no hay tratamiento para la infección, sin embargo, la fertilidad subsecuente no parece ser afectada.
Infecciones generalizadas
Así se le denomina a las enfermedades que afecta toda la economía animal pudiendo ser causa de aborto, dentro de ella las fundamentales son: La Peste Porcina, El Mal Rojo, Enfermedad de Aujeszky.
Pestes porcinas (PPA y PPC)
Indistinguibles sobre el terreno, ambas pueden producir todos los síntomas de una diátesis hemorrágica pero en las formas crónicas sólo producirán algunos efectos teratogénicos o reproductivos como cerdos con temblores. En las formas agudas con temperatura elevada pueden producirse abortos, momificación y mortinatalidad. Existen varias técnicas antigénicas (PCR, RT-PCR, inmunohistoquímica, hibridación in situ) y también pruebas ELISA con captación de antígeno y Fab (fragmento de unión al antígeno) para antígeno. También existen muchas pruebas serológicas para los animales recuperados.
Erisipela Porcina (EP)
La Erisipela Porcina es causada por Erysipelothrix rhusiopathiae y se caracteriza por muerte súbita, septicemia aguda o subaguda, fiebre asociada con lesiones cutáneas de diamante típicas, y otras crónicas proliferativas como artritis y endocarditis vegetativa, así como aborto por fiebre en hembras preñadas. Las pérdidas económicas más importantes por EP ocurren en las formas crónicas no fatales de la enfermedad. En cerdas puede haber aborto, infertilidad o celos repetidos por fiebre.
Seudorabia (Aujesky)
Los abortos resultantes de infecciones por el virus de seudorabia (VSRP) se producen generalmente después de un período de fiebre y de enfermedades respiratorias, en lechonas y cerdas adultas preñadas. Si las hembras susceptibles se infectan al inicio de la gestación, los fetos pueden ser reabsorbidos. Aproximadamente el 20% de las hembras infectadas a finales de la gestación, abortan. Los lechones que nacen vivos son débiles y muchas veces no sobreviven más de uno o dos días. Otros signos de la enfermedad en un rebaño recién infectado incluyen: neumonía en los cerdos en crecimiento/acabado, enfermedades del sistema nervioso, muerte en los lechones lactantes y lechones recién destetados. Rebaños con infección endémica pueden no mostrar otros signos clínicos que un aumento de la susceptibilidad a enfermedades respiratorias en los cerdos en engorde y acabado.
Pueden producirse abortos 10-20 días después de la enfermedad clínica en cualquier momento, especialmente durante los 2 primeros meses de gestación. Las cerdas pueden presentar todos los síntomas de una infección: pirexia, anorexia, depresión, etc. Las pruebas de mayor utilidad son la histología con inclusiones y la inmunohistoquímica. Existen varias pruebas ELISA. Hay vacunas para el virus de la pseudorabia. No previene la enfermedad clínica si los animales son infectados, pero reduce la severidad de la enfermedad y su diseminación en el rebaño.
Otras causas de abortos.
Generalmente , cuando existen tasas elevadas de mortalidad embrionaria y abortos con fetos momificados , estamos en presencia de brotes de infecciones aparecidos en la granja que implican virus, pero no podemos olvidar las causas de abortos no infecciosos ocasionados por factores de manejo, factores ambientales, factores del verraco, de la cerda y el síndrome conocido como infertilidad estacional. También debemos tener presente los factores tóxicos, las disfunciones hormonales, y las nutritivas como las deficiencias en vitamina A, riboflavina y algún oligoelemento esencial para la formación de embriones y nuevos tejidos, tales como el calcio, hierro y manganeso, cuya carencia en cerdas gestantes coincide con la aparición de mortinatos. Se ha demostrado que estos fenómenos de índole no infeccioso de una manera u otra afectan directamente al desarrollo de los fetos y las placentas, dando lugar a la reabsorción, momificación o muerte de uno, varios, o todos los fetos.
Conclusiones
En conclusión podemos decir que los abortos tienen etiología compleja y multicausal, pero independientemente cual sea su causa provoca fallas reproductivas graves que afectan considerablemente la gestión técnico-económica de las granjas porcinas.
Que las infecciones reproductivas se pueden controlar mejor con estrictas prácticas de manejo y medidas higiénicas sanitarias de carácter preventivo.
Es imprescindible abordar el diagnóstico correcto de todos y cada uno de los factores que influyen en la disfuncionalidad y en el síndrome de infertilidad de la cerda reproductora, con el fin de corregir oportunamente las causas que la provocan
Fuente: DMV. Manuel de Jesús Acosta Yero – IIP & Razas Porcinas.
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