La enfermedad del olfato en cerdos: Rinitis Atrófica Deformante

Los agentes de la enfermedad del olfato se transmiten por la tos o el estornudo y las toxinas de estos destruyen los cornetes nasales.

La denominación de Rinitis Atrófica da solamente una descripción del cuadro de la enfermedad. Hoy se sabe que la enfermedad es causada por una cooperación de los agentes patógenos Pasteurella y Bordetella.

Síntomas de la enfermedad

En los efectivos infectados, alrededor del 10% de las cerdas eliminan el o los agentes patógenos afectando a los lechones. Los lechones de dos días de vida estornudan violentamente con movimientos bruscos de la cabeza. A veces presentan hemorragias nasales. Las camadas se desarrollan de modo poco homogéneo. En los lechones de 3-4 semanas el crecimiento del maxilar superior se retrasa en conjunto. Se ven bultos en los orificios nasales. La deformación del maxilar superior es el síntoma visible de la enfermedad. Ya que se obstruyen los canales lagrimales, las lágrimas fluyen por el ángulo interno del párpado y forman la costra típica de color pardo.

Por la inflamación crónica y la obstrucción de los canales respiratorios, estos animales producen rendimientos muy inferiores a los cerdos sanos. Ya que el polvo de la comida excita constantemente los canales respiratorios inflamados, los lechones que reciben alimentación líquida llegan antes al final del período de engorde que con la alimentación seca.

Desde el resfriado a la desviación de la mandíbula superior

¿Qué ha pasado? En primer lugar, se produce una inflamación de la mucosa nasal. En la nariz los pabellones quedan cubiertos por mucosa nasal, que tienen la misión de calentar y filtrar el aire respirado. Como consecuencia se provoca una fuerte inflamación de la mucosa nasal. El hueso situado debajo de ella queda destruido y su crecimiento se retrasa. De este modo, se producen las deformaciones en el maxilar. Estas deformaciones de la mandíbula superior se originan sólo cuando la infección tiene lugar en la primera semana de vida. Por eso los lechones que antes del engorde desarrollan la rinitis atrófica, son en general inofensivos.

Transcurso de la enfermedad en las cerdas

En algunos casos la enfermedad aparece en cerdas compradas aparentemente sanas. En muchos casos está latente. Esto significa que la enfermedad existe sin que sean visibles sus síntomas. Cuando la rinitis atrófica permanece latente en los efectivos, puede volver a manifestarse la inmunidad que sufre una alteración. Esta inmunidad es más evidente en cerdas adultas, y en su forma más débil en jóvenes. Los lechones obtienen protección inmunitaria a través de la leche de su madre y naturalmente también se infectan a través de ella.

Luego el estado se infecta rápidamente por la cría, de manera que una gran parte de las cerdas jóvenes subsisten con la primera o la segunda camada, así que estas camadas sólo tienen pocos cuerpos inmunológicos contra la rinitis atrófica de su madre. El equilibrio inmunológico se inclina a favor de los agentes patógenos de la infección. Ya que la rinitis atrófica es una infección simple, se extiende rápidamente, ahora aproximadamente en el 90% de todos los lechones. En las cerdas jóvenes sanas que no disponen ninguna inmunidad, esta extensión es más rápida. Del mismo modo esta inmunidad puede romperse en casos de disminución de la resistencia como alimentación insuficiente, mal clima del alojamiento, alto grado de infección parasitaria. La rinitis atrófica se ve favorecida por los siguientes factores:

  1. Velocidad del viento en el interior del alojamiento superior a 0,2m/seg.
  2. Humedad relativa del aire inferior al 50%.
  3. Estufas de gas colocadas a una altura interior a 70cm sobre el suelo.
  4. Utilización frecuente de desinfectantes pulverizados.
  5. Razas de cerdos de hocico corto.

Diagnóstico

Cada estornudo del animal es sospechoso. También lo son la caída de lágrimas por el ángulo interno del párpado y la hemorragia nasal.

Si existe deformación del maxilar superior, se habla de rinitis atrófica. Deben ser examinadas varias secciones nasales a la altura de la primera muela. Con la disminución de los cornetes nasales, el diagnóstico es seguro Rhinitis atrophicans deformans. Las radiografías del maxilar superior dictaminan la seguridad de nuestro diagnóstico.

Eliminación y reposición del efectivo

Estas medidas naturalmente, pueden sólo llevar al éxito, si las cerdas están con seguridad libres de la enfermedad. Por 50 cerdas, una sola infectada, elimina el agente patógeno y contagia, con seguridad, al resto. Por esta razón se aconseja la nueva adquisición de cerdas SPF. Para conservar el efectivo SPF, se aconseja estrictas medidas de aislamiento.

Conviene hacer el menos número de adquisiciones posible; pero si la compra es inevitable, adquirir efectivos de inmunidad comprobada y observar la cuarentena. Los animales recién comprados se estabularán apartados del resto durante un tiempo y se mantendrán en contacto nasal con lechones de 3-4 semanas. Si es posible los cerdos procederán de una efectivo único, por cuanto éstos están dotados de una inmunidad homogénea.

Vivir con la enfermedad del olfato

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Ya que la nueva repoblación está afectada por un considerable riesgo e inversiones financieras, la mayoría de propietarios se deciden por seguir medidas específicas rutinarias, las cuales son apropiadas para hacer desaparecer los síntomas de la enfermedad, como crear un estado inmunitario. Cuando estas medidas —descritas seguidamente— se llevan a cabo consecuentemente, favorecen la producción de lechones para el engorde.

  1. En primer lugar, no aumentar el efectivo, conservando las cerdas viejas el mayor tiempo posible. No introducir crías en la camada, que tengan síntomas de la enfermedad. No hacer ninguna nueva compra.
  2. Eliminar cualquier factor que debilite la resistencia. Optimizar las condiciones de alimentación y de alojamiento. Ninguna corriente de aire: el agente patógeno volverá a tomar fuerza con corrientes de aire. Si es necesario, luchar contra los parásitos internos y externos.
  3. Utilización rutinaria de preparados, que impidan la aparición de los síntomas de la enfermedad. Se trata de inyecciones y de alimentos medicados. Como preparados inyestables están la Tilosina, Espiramicina, Duoprim y Borgal. Puede efectuarse una vacunación preventiva que se inyecta a todo el efectivo. Los lechones deben protegerse contra la enfermedad a través de los anticuerpos de la leche. La inyección debe darse además de las medidas 1 y 2.

Plan de tratamiento para la rinitis atrófica deformante

  1. 1ros días de vida del lechón: inyección del nombrado preparado. La inyección del 1er día es muy importante, porque aquí existe la primera posibilidad de una infección con los otros agentes patógenos de la rinitis atrófica.
  2. 10mo día de vida: inyecciones del mencionado preparado en dosis doble.
  3. 16to día de vida: inyección del mencionado preparado en dosis doble, como el 1er día.
  4. Utilización de 8-10kg de alimentos con medicamentos ó 10-12kg de trigo.

Ser consecuente

En efectivos con síntomas graves de la rinitis atrófica se siguen como mínimo durante los períodos de parte, es decir 1 año, donde los puntos de la segunda y tercera inyección pueden variarse. Según la evolución de los síntomas de la enfermedad, pueden suprimirse las inyecciones segunda y tercera. En efectivos con síntomas insignificantes, pueden renunciarse a ellas.

La inyección del primer día de vida y la utilización de alimentos con medicamentos deben prolongarse durante 1 año.

Costes totalmente justificables

Así tendrá la seguridad de criar lechones <<saludables>>, que más tarde en el engorde no tendrán la enfermedad. Los costes de estos programas son totalmente justificables. No se puede decir con seguridad, si la rinitis atrófica puede extinguirse en un solo caso. Hasta ahora he conocido algunos casos, que después de una lucha consecuentes de dos años, la enfermedad no ha aparecido más y cuyos lechones por lo que se refiere a la enfermedad están inmunes.

En cada período de engorde se puede intentar impedir las grandes pérdidas con medicamentos mezclados con el pienso, ya que debido a la deformación del maxilar no pueden admitir alimentos.

Fuente: Razas Porcinas.


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