Aminoácidos esenciales en dietas de lechones (8 a 20 kg.)

Las diversas restricciones impuestas por la CE en cuanto al nivel de proteínas ofrecidas a los cerdos, plantean la necesidad de profundizar los conceptos que rigen la formulación de raciones y optimizar el manejo de la alimentación. Este interesante trabajo evalúa el efecto de diferentes niveles proteicos y aminoacídicos sobre la producción y el rendimiento porcino.

Se ha desarrollado un experimento con el fin de determinar hasta qué punto se puede reducir la proteína en dietas para lechones (8-20 kg.), sin deterioro práctico del rendimiento. Además, se ensayaron 3 niveles de valina en dietas reducidas en proteína y finalmente se estudió cuáles son los costos en rendimiento de reducir, tanto el nivel de la proteína como de los aminoácidos esenciales en igual proporción.

Veinte camadas de 6 cerdos destetados a los 28 días de edad fueron sometidos a 6 tratamientos dietéticos por 4 semanas. Los resultados obtenidos demostraron que se puede reducir la proteína de la dieta por lo menos en un 15% (de 20 a 17 g de proteína aparentemente digerible a nivel ileal, ADI, por MJ de energía neta) sin pérdidas de producción, con tal que se suministren los aminoácidos esenciales en cantidades iguales.

El nivel recomendado de valina en dietas para lechones en Dinamarca, (1 g ADI/MJ de energía neta) es óptimo en condiciones óptimas de producción. Un 10% menos de esta cantidad, no causó diferencias significativas, pero cuando la valina se disminuyó en 20%, los rendimientos productivos se redujeron en un 10 a 20%.

La reducción del nivel de proteína y de aminoácidos en la misma proporción causó pérdidas de rendimiento alrededor de 6-8%. Sin embargo, el solo hecho de que esta dieta pueda ser formulada económicamente con los niveles deseados de aminoácidos, justifica que se pueda postular que esta última alternativa, es posiblemente la más adecuada en explotaciones con condiciones suboptimas de producción.

Introducción

Los niveles de proteína en las dietas para cerdos se han reducido en Dinamarca en los últimos años (Fernández et al., 1999). Estos acontecimientos han sido motivados tanto por las crecientes exigencias de la sociedad Europea por mayor estandarización y garantías sanitarias de los productos para el consumo humano, pero primeramente por sus demandas en aspectos relacionados tanto con el bienestar animal como con la protección medioambiental. El último aspecto ha resultado en normativas legales (European Union, 1991; Jongbloed et al., 1999) dirigidas a reducir la excreción de materia orgánica, en especial nitrógeno y fósforo.

La prohibición de la mayoría de los antibióticos promotores del crecimiento en 1999, ha repercutido especialmente en la producción de lechones en transición, lo que ha aumentado la necesidad de profundizar en los principios que rigen la formulación de raciones y optimizar el manejo de la alimentación. En el caso de los lechones en transición, la medida a seguir es mejorar el equilibrio de los aminoácidos (calidad de la proteína) de la dieta, reduciendo así el contenido proteico. La mejora en la calidad de la proteína en la práctica se consigue, generalmente, suplementando con aminoácidos industriales (lisina, metionina, treonina y triptófano). Sin embargo, al reducir el nivel de proteína y suplementando con estos aminoácidos, cualquier otro aminoácido esencial puede potencialmente convertirse en limitante. Tomando en cuenta las dietas normalmente usadas en Dinamarca, leucina y valina son los aminoácidos que primeramente pueden ser limitantes cuando se reduce la proteína.

El objetivo de este estudio fue por lo tanto, analizar las consecuencias sobre la producción de reducir la proteína de la dieta a niveles que puedan resultar en suministro deficiente (en relación a niveles recomendados) de aminoácidos esenciales. Además de la reducción de proteína, se investigó las consecuencias de reducir un aminoácido individual (valina) o la reducción colectiva del nivel aminoacídico.

Materiales y métodos

El experimento se llevó a cabo con lechones destetados a los 28 días de edad, ensayados las siguientes 4 semanas. Camadas de 6 lechones fueron distribuidos inmediatamente después del destete en 6 tratamientos según su peso vivo (peso promedio inicial 8.05 kg.) y sexo. El experimento se repitió 20 veces. En total se usaron 120 lechones. El diseño experimental se muestra en la Tabla 1.

Tabla 1. Plan experimental

Tratamiento(1)
1
2
3
4
5
6
Proteína, g ADI (2) /UNE (3)
155
145
135
135
135
135
Lisina, g ADI/UNE
10.5
10.5
10.5
10.5
10.5
9.2
Valina, g ADI/UNE
7.6
7.6
7.6
6.8
6.1
6.6

(1) Tratamientos 1-5 según las recomendaciones de aminoácidos en Dinamarca pero con diferentes niveles de proteína, excepto en tratamientos 4 y 5 donde la valina es reducida en 10 respectivamente 20%, tratamiento 6 representa el mismo perfil aminoacídico como en los tratamientos 1 a 3 pero el nivel fue reducido en 14%; (2) ADI: aparentemente digerible al final del ileum, estimada in vitro (Boisen and Fernández, 1995); (3) UNE, unidad de energía neta equivalente a 7.72 MJ NE para crecimiento.

Seis dietas experimentales fueron formuladas a partir de los mismos ingredientes, analizados previamente por el contenido proteico, aminoacídico y energético.

A través de métodos in vitro se analizó además, la digestibilidad aparente a nivel ileal (ADI) de la proteína y de aminoácidos (Boisen and Fernández, 1995) y la digestibilidad fecal de la energía (Boisen and Fernández, 1997).

En el alimento control (155 g de proteína) los aminoácidos suplementados (lisina, metionina, treonina y triptófano) estaban presentes en cantidades exactas, mientras que los otros aminoácidos estaban en exceso, según lo indicado por las recomendaciones vigentes en Dinamarca (Fernández et al., 1999). Sin embargo, a pesar de la cantidad de ingredientes usados, no fue posible encontrar una mezcla que pudiera proporcionar la cantidad adecuada de valina cuando la proteína se redujo a 145 g (Tabla 2).

Por esta razón el experimento comprendió también 3 tratamientos, en los que el nivel de proteína se ajustó a 135 g y se suplementó con todos los aminoácidos para cumplir con las recomendaciones, con excepción de valina que fue añadida a 100%, 90% y 80% de lo recomendado (Tratamiento 3, 4 y 5 respectivamente). La última dieta se formuló también a 135 g de proteína pero, en este caso, las cantidades relativas de aminoácidos (% de proteína) de la dieta control fueron mantenidas.

En otras palabras, el nivel absoluto de todos los aminoácidos fue reducido proporcionalmente igual a la reducción del nivel de proteína. Todas las dietas fueron formuladas a tener el mismo contenido de energía neta (UNE). Con base en el análisis de energía bruta y de digestibilidad se calculó la cantidad de energía neta (Just et al., 1983) a 1.25 UNE, equivalente a 9.65 MJ por kilo de alimento.

Los animales estuvieron alojados individualmente y acceso libre tanto al alimento como al agua mediante comederos y bebederos automáticos. El consumo de alimento y la salud de los lechones fueron registrados diariamente. El peso vivo fue registrado cada semana.

Los resultados fueron analizados estadísticamente mediante los procedimientos estándares de análisis de varianza de SAS (SAS,1990).

Tabla 2. Suplementación obligatoria con aminoácidos sintéticos para satisfacer las recomendaciones

Proteína, g
155
145
135
135
135
135
Ingredientes principales:
Cebada, trigo, gluten de maíz, aceite vegetal, concentrado proteína de soja, harina de pescado, suero de leche en polvo, leche desnatada en polvo
Lisina
+
+
+
+
+
+
Metionina
+
+
+
+
+
+
Treonina
+
+
+
+
+
+
Triptófano
+
+
+
+
Valina
+
+
+
Leucina
+
+
+
Isoleucina
+
+
+
Histidina
+
+
+
Fenilalanina
+++

Resultados

En la Tabla 3 se presenta el contenido de aminoácidos en cada dieta. Como se puede apreciar, en la dieta control todos los aminoácidos, excepto los suplementados y la valina, están en exceso de lo recomendado. El mismo caso es evidente, aunque a un nivel más bajo, cuando la dieta se formula a 145 g (Tratamiento 2). En las dietas usadas en tratamientos 3, 4 y 5, fue necesario suplir todos los aminoácidos para lograr los niveles deseados.

Estas dietas son por lo tanto netamente experimentales y no tienen aplicación práctica. En el tratamiento 6 la dieta fue formulada también a 135 g de proteína pero las cantidades absolutas de aminoácidos se han reducido en un 14% dado que se usa el mismo perfil de aminoácidos usado en la dieta control. De esta manera se lograron los niveles de aminoácidos deseados sin necesidad de suplementar otros aminoácidos que lisina, metionina , treonina y triptófano (Tabla 2).

La salud de los lechones fue muy buena durante las 4 semanas experimentales. Los casos de diarrea fueron muy pocos, de corta duración y sin relación evidente con los tratamientos. Consecuentemente, los rendimientos productivos (Tabla 4) fueron excelentes. La ganancia diaria de peso de más de 400 g en promedio de todos los tratamientos, equivale a lo que se obtiene en los hatos elites en Dinamarca.

Tabla 3. El contenido de aminoácidos (g ADI/UNE) en las dietas experimentales. (1) Según recomendaciones en Dinamarca, (2) recomendaciones Danesas en % de la proteína (proteína ideal, Boisen, 1997)

Tratamiento
1
2
3
4
5
6
Proteína
155 (1)
100 (2)
155 (1)
145 (1)
135 (1)
135 (1)
135 (1)
135 (1)
Lisina
10.5
6.8
10.5
10.5
10.5
10.5
10.5
9.2
Valina
7.6
3.6
7.6
7.6
7.6
6.8
6.1
6.6
Metionina+cistina
5.6
3.6
5.6
5.6
5.6
5.6
5.6
4.9
Treonina
6.0
3.9
6.0
6.0
6.0
6.0
6.0
5.3
Triptófano
1.8
1.2
1.8
1.8
1.8
1.8
1.8
1.7
Isoleucina
6.1
3.9
6.8
6.4
6.1
6.1
6.1
5.6
Leucina
11.6
7.5
12.8
11.6
11.6
11.6
11.6
10.1
Histidina
3.4
2.2
3.7
3.5
3.4
3.4
3.4
3.1
Fenilalanina+tirosina
11.6
7.5
12.3
11.6
11.6
11.6
11.6
10.2

Los rendimientos demostrados por los lechones alimentados con las dietas 1, 2 y 3, conteniendo respectivamente 155, 145 y 135 g de proteína ADI pero con niveles iguales de aminoácidos, fueron prácticamente idénticos. Por el otro lado, los animales que recibieron la dieta 6, con niveles reducidos de proteína y de aminoácidos, no lograron los mismos rendimientos mostrados por cerdos en las dietas 1, 2 y 3. Sin embargo, las diferencias no fueron significativas.

Los lechones qué recibieron la dieta 5, con solo el 80% de la valina recomendada, obtuvieron en general el más pobre rendimiento de todos los tratamientos. En comparación con los lechones alimentados con la dieta 3 conteniendo el nivel recomendado de valina, estos lechones consumieron menos alimento (-15%), ganaron menos peso (-21%) y aprovecharon peor el alimento (+10%). En contraste, los rendimientos obtenidos con la dieta 4, con solo el 90% de la valina recomendada, aunque inferiores en consumo y en ganancia de peso, no fueron significativamente diferentes a los de la dieta 3.

Tabla 4. Rendimientos productivos de los lechones de la 4ta. semana (destete) a la 8va. semana

Tratamiento
1
2
3
4
5
6
Proteina, g ADI/UNE
155
145
135
135
135
135
Lisina, g ADI/UNE
10.5
10.5
10.5
10.5
10.5
9.2
Valina, g ADI/UNE
7.6
7.6
7.6
6.8
6.1
6.6
Consumo diario de alimento, UNE
0.80bc
0.80bc
0.84c
0.76ab
0.71a
0.79bc
Ganancia diaria de peso, g
449bc
444bc
457b
433bc
361a
414c
Conversión de alimento, UNE/kg.
1.80bc
1.82bc
1.85bc
1.77c
2.03a
1.90b

Discusión

Los resultados obtenidos demostraron que se puede reducir la proteína de la dieta por lo menos en un 15% (de 155 a 135 g ADI/UNE aprox. de 20 a 17 g de proteína ADI por MJ de energía neta) sin pérdidas de producción con tal que se suministren los aminoácidos esenciales en cantidades iguales.

El nivel recomendado de valina en dietas para lechones en Dinamarca, (7.6 g ADI/UNE aprox.1 g ADI/MJ de energía neta) es óptimo en condiciones óptimas de producción. Un 10% menos de esta cantidad no causó diferencias significativas, pero cuando la valina se disminuyó en 20% los rendimientos productivos se redujeron en un 10 a 20%. Reducción del nivel de proteína y de aminoácidos en la misma proporción (-14%) causó pérdidas de rendimiento alrededor de 6-8%. Sin embargo, el solo hecho de que esta dieta pueda ser formulada económicamente con los niveles deseados de aminoácidos, justifica que se pueda postular, que esta última alternativa, es posiblemente la más adecuada en explotaciones con condiciones suboptimales de producción.

Fuente: José A. Fernández, Instituto Danés de Ciencias Agrícolas & Razas Porcinas.


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