Diferentes formas de uso del semen en la inseminación artificial

Desde el punto de vista sanitario, los países están estableciendo normas para el establecimiento y funcionamiento de los centros de producción de semen, así como para su distribución y comercialización (importación y exportación) que permitan garantizar la salud de los rebaños evitando la diseminación de enfermedades (brucelosis, leptospirosis, aujeszky, PRRS, entre otras).

En este sentido, la forma de preparar las dosis de semen juegan un papel super importante, permitiendo versatilidad en los cuidados necesarios. A continuación, explicaremos 3 metodos establecidos en el uso del semen porcino para la inseminación artificial: Fresco, Refrigerado y Congelado.

Fresco: se utiliza comúnmente en las explotaciones porcinas inmediatamente después de la extracción, introducción aproximadamente 50 – 60 ml de semen a unas cuatro o cinco hembras; también puede ser diluido y conservarse a temperatura ambiente durante unas tres horas y aplicado a un mayor número de hembras.

Actualmente, el personal de investigación del Departamento de Fisiología de la Reproducción del Instituto de Investigaciones Zootecnicas del Ceniap, está trabajando en las granjas en los estados centrales, centro occidentales en un proyecto de evaluación reproductiva de verracos y utiliza la técnica de inseminación con semen fresco diluido o no, con resultados satisfactorios que son constatados por los mismos productores.

Refrigerado: la conservación del semen por un período mayor de tres horas está influida por la composición del plasma de las glándulas anexas (próstata, glándulas seminales y bulbouretrales). Estas secreciones se unen a los espermatozoides durante la eyaculación y su función está dirigida a estimular el metabolismo celular, para establecer una máxima actividad en el transporte espermático y en la fecundación. De allí surge la necesidad de añadir al esperma un medio (diluyente) que equilibre la acción de las sustancias del plasma seminal, permitiendo, que las células mantengan condiciones de inactividad metabólica, su recuperación en el momento de la inseminación y contribuyan a disminuir la temperatura como coadyuvante en el mantenimiento el estado de anabiosis (Martín, 1982).

A fin de lograr un diluyente capaz de reunir las condiciones antes señaladas y mantener por mayor tiempo la capacidad fecundante del semen, se realizaron diferentes investigaciones, con resultados variables. Para la década de los sesenta se usó ampliamente el IVT, con una gran proporción de citrato de sodio; para la década de los setenta se usó el BL-1 y el GUELPH, conteniendo EDTA. En la década de los ochenta se utilizó el ZORLESCO que contiene ácido cítrico y cisteína. Los diluyentes mencionados tienen la propiedad de ser hipo, iso o hipertónicos con el semen, de un pH ligeramente ácido, proporcionando sustancias favorables al metabolismo anabiótico y una acción inhibidora del crecimiento bacteriano.

El semen refrigerado se puede conservar a temperaturas entre 5 y 15ºC. En ambos casos, es necesario agregar al diluyente sustancias crioprotectoras siendo las más utilizadas la yema de huevo y la leche. Entre los medios utilizados para la conservación a 5ºC, puede mencionarse el SERDUIK, compuesto por glucosa, bicarbonato sódico y yema de huevo; el KATO con ácido cítrico, el TRIS con glucosa y yema de huevo y el orbus es pastes. La conservación a 15ºC. Es la más utilizada, tanto en los centros de inseminación artificial como en las explotaciones porcinas.

En el Instituto de Investigaciones Zootécnicas se han obtenido muy buenos resultados en forma experimental, usando semen fresco con el diluyente GUELPH, el cual permite mantener durante varios días el poder fecundante del semen a una temperatura de 15ºC. Se han utilizado dos métodos, el primero consiste en el uso del ácido acético, el cual tiene la propiedad de congelarse a 16ºC al ser colocado dentro de una cava portátil mantiene esa temperatura mientras el ácido se conserve congelado; el segundo método consiste en utilizar un Baño de María termoregulado a 15ºC y colocado dentro de una nevera.

Las últimas experiencias, son las obtenidas con BTS, ampliamente utilizado en Europa y que actualmente se está comercializando en Venezuela. Este diluyente permite mantener viable el material espermático a 17ºC durante unos 5 días, con un porcentaje de pre- ñez, en muchos casos superiores a 80%. Fuentes et al. (1989b) reportan resultados superiores a 70% de preñez, usando un diluyente en base de yema de huevo preparado en el Instituto de Investigaciones Zootécnica bajo experimentación, mantenido a 5ºC durante dos días. Iguales resultados fueron obtenidos por Rodríguez (1987) con semen refrigerado importado.

Congelado: diversos son los trabajos de investigación publicados sobre la utilización del semen congelado y de diferentes diluyentes, con resultados muy variables (Gil 1986). Los informes que se obtienen del uso del semen congelado, es su bajo índice de preñez y bajo número de lechones nacidos por camada, cuando se usa la vía intrauterina.

Sin embargo, cuando la inseminación se realiza con técnicas quirúrgicas intratubárica, los resultados son comparables y superiores a la monta natural.

Fuente: Armando Fuentes – INIA. Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias & Razas Porcinas.


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