Problemas reproductivos en cerdas asociados a la nutrición vitamínica
La optimización de los niveles de vitaminas en los alimentos de cerdas reproductoras es importante tanto a nivel económico, por el coste de producción, como por el nivel sanitario del efectivo, derivado del conocido efecto de ciertas vitaminas en la respuesta inmunitaria.
Los niveles de vitaminas recomendados en la literatura están definidos sobre la base de los requerimientos para prevenir síntomas de carencias, más que para optimizar los parámetros productivos (NSNG, 2010). Así, en las cerdas reproductoras nuestros objetivos de conocimiento están en alcanzar no solo una buena prolificidad, sino también que los lechones sean de un peso homogéneo, lo más elevado posible, y tengan una alta vitalidad tanto en el momento del nacimiento como del destete, cuando ya tenemos un coste imputado por cerdo a matadero de cerca del 25 % del mismo.
Considerando cómo durante las diferentes fases de la vida reproductiva de una cerda sus necesidades metabólicas evolucionan y cambian rápidamente, se requiere un aporte diario regular para mantener dicha actividad metabólica dentro de sus óptimos.
Vitaminas
Dentro de la clasificación de las vitaminas, las que tienen interés a nivel reproductivo son:
Vitaminas liposolubles, constituyentes exclusivos del carbono, hidrógeno y oxígeno, que pueden almacenarse en cantidades importantes en el organismo (tejido graso):
- Vitamina A
- Vitamina E
- Vitaminas hidrosolubles, no se almacenan en los tejidos por lo que se requiere una ingesta diaria:
- Vitamina B2 (riboflavina)
- Vitamina B3 (niacina)
- Vitamina B6 (piridoxina)
- Vitamina B12 (cianocobalamina)
- Vitamina C (ácido L-ascórbico)
- Vitamina H (biotina)
- Ácido fólico (folacina)
Vitamina A
Esencial para el mantenimiento de la fisiología reproductiva y desarrollo fetal con menor mortalidad embrionaria y mejor peso al destete. Posible función antioxidante intrauterina interaccionando la vitamina A con el beta-caroteno.
Las deficiencias provocan infertilidad, abortos, nacidos muertos, débiles y ciegos.
Vitamina E
Permite mantener la integridad estructural de las membranas, el funcionamiento del sistema reproductor, muscular, circulatorio, nervioso e incluso actúa sobre la actividad del sistema inmune. Esto se debe a su actividad antioxidante a nivel de los ácidos grasos poliinsaturados que constituyen los fosfolípidos de membrana.
Su deficiencia provoca problemas de fertilidad, nacidos muertos, síndrome MMA, debilidad muscular, degeneración muscular, hepatosis, decoloración del tejido adiposo, edema e incluso muerte súbita.
Riboflavina (B2)
La riboflavina se combina con el ácido fosfórico para formar dos coenzimas-flavoproteínas (FMN y FAD) involucradas en el metabolismo de los hidratos de carbono. Participa en procesos de oxidación de aminoácidos y ácidos grasos. El flujo uterino durante las primeras semanas de gestación contiene una elevada concentración de riboflavina.
Los síntomas de su deficiencia son anoestros, pérdidas embrionarias, nacidos débiles, partos prematuros y camadas sin pelo.
Niacina (B3)
Forma parte del NAD y NADP que tienen funciones esenciales en las reacciones de oxidación–reducción, aporte de energía a nivel celular para la glicólisis y ciclo de Krebs.
Su deficiencia determina una reducción en el tamaño y peso de la camada al nacimiento.
Piridoxina (B6)
Participa como coenzima en el metabolismo de los aminoácidos y en la conversión del triptófano en niacina, la formación de epinefrina y norepinefrina a partir de fenilalanina y tirosina. También interviene en la transmetilación de la metionina incorporando hierro al grupo hemo de la hemoglobina y mioglobina. Se conoce su papel en la conversión del ácido linoleico a ácido araquidónico y en la formación de anticuerpos.
Su deficiencia provoca alteraciones en el tamaño de la camada.
Cianocobalamina (B12)
Interviene en el metabolismo de los ácidos nucleicos (purina y pirimidina), en la formación de la metionina y ácido fólico, así como en la síntesis de proteína a partir de aminoácidos y en el metabolismo de las grasas e hidratos de carbono. También interviene en la integridad del sistema nervioso y en la síntesis de los hematíes.
Su papel en los procesos reproductivos es poco conocido.
Biotina
Interviene en el metabolismo de las proteínas, lípidos, hidratos de carbono y ácidos nucleicos. Participa en la síntesis de aminoácidos no esenciales a partir de hidratos de carbono y juega un papel esencial en la síntesis de ácidos grasos. También conocida como coenzima R.
Su deficiencia provoca una reducción de la fertilidad, menor peso de los lechones al nacimiento y reducido tamaño de camada al destete.
Ácido fólico
Interviene como coenzima en procesos de interconversión de aminoácidos en la síntesis de ácidos nucleicos, síntesis proteica y división celular. Su metabolismo está directamente relacionado con el de la vitamina B12, vitamina C y colina. Su efecto está asociado directamente al desarrollo del embrión e indirectamente al reconocimiento de la gestación. Se piensa que su efecto está más ligado a las cerdas multíparas que a las primerizas.
Su deficiencia va ligada a una peor prolificidad, ya que está asociado a una mayor supervivencia de los embriones al comienzo de la gestación.
Vitamina C
Interviene en reacciones de oxidación-reducción, en la síntesis de glucógeno y de carnitina. Interviene en el metabolismo de ácidos grasos, síntesis de adrenalina y esteroides antiinflamatorios, producción de anticuerpos y fagocitación de leucocitos.
Su deficiencia provoca alteraciones en la estructura del colágeno con presencia de edemas, emaciación, bajo peso de lechones al nacimiento, reducción de la motilidad espermática y aumento de formas anormales.
No perderlas nunca de vista…
Si nos paramos a pensar, la suplementación adecuada en las cantidades necesarias de forma continuada de muchas de estas vitaminas en la cerdas hiperprolíficas actuales es esencial para permitirnos tener una calidad del lechón al nacimiento, tanto en peso como en vitalidad adecuados; así como para objetivar unos datos de fertilidad y prolificidad correctos como los dos pilares fundamentales de la reproducción.
Por lo tanto, tenemos que tener siempre muy en cuenta la nutrición vitamínica de las cerdas reproductoras tanto en cantidad como en calidad.
Fuente: Albéitar & Razas Porcinas.