A diferencia de la crisis láctea que afectó de pleno al sector del ovino en 2016, el porcino vive un momento de esplendor en España. Castilla y León no es una excepción, sobre todo después de abandonar el quinto puesto en el ranking nacional y consolidarse como la tercera comunidad con mayor volumen y valor por detrás de Cataluña y Aragón. En el cómputo regional, Burgos ostenta un liderazgo indiscutible con una facturación de 204 millones de euros -el 57% del total-, muy por delante de otras provincias como Salamanca (88,2 millones), León (23,1) o Segovia (14,2).
Las exportaciones en la Comunidad también atraviesan un momento álgido, pues tal y como señaló ayer en Aranda de Duero el director de la Interprofesional de Porcino de Capa Blanca (Interporc), Alberto Herranz, «uno de cada cuatro kilos producidos en Castilla y León se vende fuera de España». Asimismo, el responsable de esta entidad sin ánimo de lucro que representa a toda la cadena de valor -producción, transformación y comercialización- destacó que dentro del crecimiento exportador del 16,5% a nivel nacional, Castilla y León se consolida como un puntal estratégico.
Los datos son sorprendentes. En tan solo cinco años, las empresas de la región han duplicado sus exportaciones hasta alcanzar las 147.000 toneladas con una facturación de 354 millones de euros, lo que supone un 87% más de valor y un 95% más de volumen con respecto al año 2011.
Los principales países receptores son en la actualidad Portugal, China, Francia e Italia, mientras que por facturación el escalafón varía dejando el primer puesto a Francia seguida de Portugal, China y Alemania. «Es un sector estratégico que debemos proteger y potenciar», aconsejó al recordar que no reciben ayudas directas de la Política Agraria Comunitaria (PAC).
El porcino de capa blanca se ha convertido en uno de los sectores económicos de mayor pujanza de España gracias a un sistema de producción «moderno y sostenible» y una industria innovadora con clara vocación internacional. Las cifras así lo avalan. Nuestro país es el primer productor de la Unión Europea y el tercero del mundo con 3,9 millones de toneladas anuales. Representa el 14% del Producto Interior Bruto (PIB) industrial con 86.000 explotaciones ganaderas, 600 mataderos, 2.500 salas de despiece, 4.600 industrias de transformación, 200.000 empleos directos en ganadería y 81.000 empleos directos en la rama industrial.
Con un volumen de exportación de 2.079.000 de toneladas el año pasado sin incluir animales vivos, España se consolida como el cuarto mayor exportador mundial de porcino, por detrás de Alemania, Estados Unidos y Países Bajos pero por delante de otros exportadores importantes como Dinamarca, Canadá, Brasil, China, chile o México. En cuanto al valor, las exportaciones de carne y productos del cerdo blanco español ascendieron a 4.503 millones de euros, un 16.5% más que en 2015.
Por productos, el sector porcino español exporta principalmente carnes y despojos (73%) y jamones, embutidos y otros elaborados cárnicos (20%). Le siguen, a mayor distancia, la venta al exterior de animales vivos (4,5%) y las del segmento ‘Grasas, tocino y manteca’ (1,7%).
Mercados
Presente en 130 mercados internacionales, Francia pierde su liderazgo tradicional en favor de China, que ha abierto sus puertas a España al recibir el año pasado 419.000 toneladas con un valor de 665 millones de euros. «En apenas cinco años ha multiplicado por seis el volumen de exportaciones de porcino y por 10 el valor», apuntó con la mirada puesta en otros destinos de interés como Italia, Portugal, Japón, Polonia, Corea del Sur, Hong Kong, Alemania, Reino Unido y Filipinas.
A la hora de conquistar el mercado oriental, el sector amolda el producto español a sus preferencias culinarias. «Es importante adaptarse a los gustos del país destino», defendió convencido de las amplias posibilidades de este producto, considerado uno de los más versátiles.
Dada la importancia del comercio exterior para el sector porcino de capa blanca, Interporc lleva a cabo un intenso plan de promoción, con un programa en China, Japón, Corea del Sur, Filipinas, Taiwán, Francia, México, Alemania y Reino Unido. «Con estas acciones, la interprofesional contribuye a conseguir una mayor presencia de nuestras empresas en el exterior, difundiendo la calidad de la carne y derivados del cerdo de capa blanca español, sus cualidades nutricionales y saludables y su variedad», explicó Herranz.
De cara al futuro, las perspectivas son positivas, pues si bien se prevé una estabilización de la demanda, el auge de países en vías de desarrollo continúa abriendo nuevos caminos. En Aranda, uno de esos ejemplos es Grupo Agroalimentaria Chico, una empresa que comenzó a operar en 1973 y que en los últimos cuatro años ha crecido un 40%. Según detalló su responsable de expansión, Miguel Chico, tras la inauguración de la nueva sala de despiece, el reto para 2017 es abrir fronteras fuera de Europa.
Fuente: elcorreodeburgos.com & Razas Porcinas.
