Una investigación de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira, encontró que es posible reemplazar hasta en un 30% la costosa torta de soya (fuente principal de proteína) en la alimentación de los cerdos.
El caupí (Vigna unguiculata) también conocida en otros lugares del mundo como judía de careta, chícharo salvaje, fríjol chino o frijol castilla; es una semilla comestible de la familia Fabaceae, que se desprende de una planta anual cultivada probablemente por primera vez en África Occidental.
El nombre carilla o carita proviene del de judía con careta (derivado del árabe yudiya) y la palabra castellana careta (máscara, antifaz). Esta variedad de judía es más pequeña que la normal, apenas llegando a un centímetro y su color es blanco o blanco amarillento.
El grupo de investigación en nutrición animal de la Universidad Nacional de Colombia en Palmira, con el apoyo del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), adelanta una investigación de este grano para conocer si es posible que se convierta en una alternativa de alimentación para monogástricos (aves y cerdos principalmente) en la medida en que pueda reemplazar la costosa torta de soya que utilizan los productores para realizar los concentrados.
En esa medida, Paola Andrea Aguirre, zootecnista y magíster en producción animal, realizó una primera investigación en ratas para evaluar si era posible alimentar a los animales con esta leguminosa.
“En nuestro caso trabajamos con el grano de caupí buscando el nivel óptimo para reemplazar la torta de soya, que es una fuente de proteína principal para los cerdos. Quisimos estudiar diferentes tipos de tratamiento y porcentajes de inclusión evaluando siete dietas en ratas, que tienen un organismo similar al de los humanos”, afirma la zootecnista.
La investigadora probó con inclusiones del 10% 15% y 30% en la dietas de los animales, para después hacer una prueba de digestibilidad que permitiera evaluar el comportamiento de esta leguminosa en el sistema digestivo de los animales.
“En este primer estudio observamos el porcentaje de asimilación, en este caso tuvo una digestibilidad del 80%. Quiere decir que el animal aprovechó en casi su totalidad la harina de caupí. Además logramos que el grano pudiera reemplazar hasta el 50% la torta de soya en los animales; sin embargo, debíamos ensayarlo en cerdos in vivo”, manifiesta Aguirre.
Por ello, Gloria López, magister en producción animal tropical inició la evaluación en cerdos. “Mi trabajo fue evaluar una variedad de caupí de testa roja que sacó el CIAT en cerdos para observar su valor nutricional con harina cocida y cruda con el fin de investigar si había alguna diferencia. Así hicimos pruebas bromatológicas (contenido nutricional) y de palatabilidad (aceptabilidad del producto) para conocer los valores parciales del reemplazo de la torta de soya”.
Al final, la investigadora encontró que los cerdos aceptaban muy bien las diferentes dietas y que no había una diferencia significativa entre ellas; se halló, además, que los cerdos lograron una digestibilidad de más del 80%.
“También evaluamos como se comportaba el grano en el tracto gastrointestinal de los animales y encontramos solo diferencias significativas en el estómago. No obstante, a nivel del resto, el tracto gastrointestinal no sufrió ningún tipo de daño”, dice López.
Al final de las pruebas, la investigadora concluyó que el porcentaje ideal de inclusión fue de hasta el 30%; es decir, que es posible incluir este porcentaje de caupí crudo o cocido en las dietas.
“Sustituimos 10%, 20% y 30% para evaluar el porcentaje de reemplazo de la torta de soya por el grano de caupí; encontramos que reemplazaba, respectivamente, el 18%, 36% y 54% de proteína en la dieta”, concluye.
Fuente: Paola Andrea Aguirre & Razas Porcinas.