Un Zootecnista y un Ing. Agrónomo combaten el síndrome de estrés porcino

Un Zootecnista y un Ingeniero Agrónomo están luchando contra el llamado síndrome de estrés porcino, que puede producir la muerte de cerdos. Su estudio los llevó a concluir que una de las razas criollas sí puede contra esta enfermedad.

En una granja de Palmira, tres cerdos estaban en su corral. Uno de ellos vio cómo dos de sus compañeros se desplomaron súbitamente y perdieron la vida. Minutos antes, todos habían sido vacunados contra la peste.

Los dos ejemplares habían muerto a causa del estrés, un síndrome que sólo padecen, se supone, los seres humanos, pero que algunos estudios, como el de Bonelli y Schifferli, investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Argentina, han demostrado que incide también en los cerdos.

Darwin Hernández es zootecnista, egresado de la Universidad Nacional de Colombia. Él dice que los cerdos pueden morir debido al síndrome de estrés porcino o hipertermia maligna, enfermedad ocasionada por la mutación del gen Ryanodina, que es producto de la sustitución de algunos componentes del ADN en un fragmento específico del gen.

Cuando el animal es genéticamente normal y está en movimiento, su ADN produce una proteína que posibilita la liberación y la absorción del calcio, para conseguir que los músculos se relajen. En el caso del los cerdos muertos hubo una mutación en el gen, la proteína cambió su estructura y, como resultado, el calcio liberado no fue absorbido. Entonces se produjo hipercalcemia.

Se incrementaron los niveles de calcio, de glucosa y de temperatura y se disminuyó el pH. Por esta razón, los cerdos que murieron eran muy sensibles al ejercicio físico, al transporte, a la vacunación y a un cambio de ambiente o compañía.

Además, está demostrado que estos animales con mutaciones genéticas son fuente de carne de mala calidad, con aspecto pálido, blando, sudoroso y sin los nutrientes necesarios para cumplir con los estándares alimenticios.

Trabajo de laboratorio

El síndrome del estrés porcino ha incrementado su incidencia en algunas razas de cerdos criollos colombianos. Pero en gran medida es una enfermedad padecida por cerdos comerciales, de razas introducidas, que han sido mejorados genéticamente para conseguir mejores características, como mayor engorde, menor contenido de grasa y madres más reproductoras.

Hernández decidió investigar con qué frecuencia las razas criollas colombianas presentan la mutación en el gen Ryanodina, mediante el proyecto Detección de una mutación puntual en el gen receptor Ryanodina (ryr 1) en cerdos criollos colombianos, que le permitió al zootecnista alcanzar su título de pregrado.

Las razas Casco de Mula, San Pedreño y Zungo fueron las estudiadas, por ser las únicas razas criollas del país. Zungo, en la Costa Atlántica; Casco de Mula, en los Llanos Orientales, y San Pedreño, en Antioquia y Viejo Caldas.

El ingeniero Jaime Eduardo Muñoz, director del trabajo de grado, explicó que estas razas “fueron introducidas por los conquistadores españoles y se caracterizan por su tolerancia a enfermedades parasitarias y al medio ambiente”.

Durante seis meses, en el Laboratorio de Biología Molecular, el Zootecnista Hernández, analizó las muestras de ADN de 14 individuos casco de mula, 21 san pedreños y 100 zungos. Todo para mantener la diversidad biológica y entregar una investigación que permitiera seleccionar individuos que puedan usarse para mejoramiento genético, que no presenten el gen causante de la enfermedad y que permitan, de generación en generación, eliminar el síndrome del estrés porcino.

En el trabajo de investigación se estableció, utilizando las técnicas moleculares PCR-SSCP y PCR-RFLP, sobre el número total de muestras, el porcentaje de individuos portadores del alelo mutado, heterocigocidad, en las tres razas criollas colombianas.

La investigación reveló que los cerdos san pedreños sufren mutaciones moderadas. De las muestras de sangre de los cerdos analizados, el 21% tiene el gen que hace que estos animales sufran del síndrome.

Igual porcentaje, 21%, se presentó en los casco de mula. Es importante resaltar que la muestra analizada fue menor. Lo que quiere decir que estas dos razas tienden más a padecer el síndrome del estrés porcino.

Mejores noticias hubo para los zungos, esos cerdos de piel negra, de poco pelo, orejas amplias y caídas, hocico mediano y de extremidades finas y cortas. De los 100 animales estudiados, ninguno presentó la mutación. Los investigadores dicen que se trata de una raza que vale la pena conservar genéticamente pura, para evitar la incidencia de la enfermedad en cerdos criollos.

“Los criadores de cerdos deben reflexionar sobre esta clase de estudios, para que comprendan la importancia de conocer la genética de sus animales. Así evitan que en sus granjas haya cerdos con anomalías genéticas, que afectan y disminuyen la producción”, señaló Andrés Posso, laboratorista, que acompañó todo el proceso.

“En el caso de la calidad de la carne, es importante que los productores reconozcan que hay estudios como éste, que facilitan la selección de animales genéticamente fuertes, para ofrecer a los consumidores un alimento sano y nutritivo”, dice Hernández.

Desde la Universidad Nacional, los miembros del proyecto están dispuestos a ofrecer asesorías a los productores. Ellos, además , hacen análisis en cerdos, para determinar si hay presencia o no del síndrome del estrés porcino, para contribuir al mejoramiento genético de las razas criollas colombianas.

Fuente: UNAL & Razas Porcinas.


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