Una investigación de la Universidad de Alberta ha demostrado que cuando se les da la opción de consumir alimento con harina de soja y alimento con un sustituto de está, los cerdos prefieren el sabor menos amargo de la harina de soja a el sabor de los sustitutos.
Las dietas para alimentación de lechones con ingredientes sustitutos a la harina de soja son menos costosas que dietas con la harina de soja, proporcionando una alternativa de alimentación más barata.
Los productores pueden reemplazar hasta un 20% de harina de soja con sustitutos sin afectar los rendimientos productivos.
El inconveniente de utilizar sustitutos en las dietas para lechones es que los alimentos van a contener naturalmente más glucosinolatos, compuestos orgánicos que pueden producir un sabor amargo. Un alto nivel de glucosinolatos en la alimentación porcina podría causar que los cerdos coman menos.
En pruebas recientes, los investigadores construyeron corrales para cerdos con dos comederos. En el primer ensayo, un comedero tenia una dieta de harina de soja comercial, y el otro comedero tenía un porcentaje de harina de canola/colza para sustituir a la harina de soja. En el segundo ensayo, el comedero de control no tenía ni harina de soja, ni harina de canola/colza, y el comedero de prueba tenía un porcentaje de los tres tipos de alimentos.
Los investigadores evaluaron 360 cerdos, la medición de preferencia alimentaria se fue dividiendo en el consumo de alimento de la dieta de prueba con la ingesta total de alimentos por corral.
Los datos muestran una clara preferencia por la harina de soja sobre otros sustitutos.
Los científicos y los productores deben tener cuidado con la interrupción de las preferencias de alimentación. Los cerdos no se contagian de una selección de alimentos, por lo que probablemente todavía quieran comer una dieta con un bajo nivel de sustitutos a la harina de soja como canola o colza.
Fuente: Universidad de Alberta & Razas Porcinas.
