Las bacterias ácido lácticas son los microorganismos más empleados como probióticos en la producción animal.
Estos aditivos microbianos pueden contribuir a la estabilidad del ecosistema gastrointestinal e influir en los procesos digestivos y absortivos, lo que determina un buen funcionamiento del tracto gastrointestinal y por tanto, buen estado de salud del animal, que se puede reflejar en incrementos de los rendimientos productivos (Collins y Gibson 1999). Según FAO/WHO (2002), además de la caracterización in vitro de los candidatos probióticos, es imprescindible comprobar la respuesta biológica de los animales a estos microorganismos.
Lactobacillus pentosus, cepa LB-31, fue aislada de excretas de pollos de ceba y en estudios in vitro mostró potencialidad como candidato a probiótico (García-Hernández 2011). Por lo tanto, debe ser evaluada su posible respuesta de tipo probiótica en animales porque el efecto funcional de estos microorganismos es dependiente de la especie o la cepa que se utilice para estos fines (FAO/WHO 2002). De aquí que el objetivo del presente trabajo fue evaluar el efecto de la adición de una cepa de Lactobacillus pentosus en algunos indicadores de salud y productivos de cerdos en crecimiento.
Materiales y Métodos
El trabajo experimental se desarrolló en las unidades del Instituto de Ciencia Animal (Mayabeque, Cuba). Para el estudio se emplearon un total de 60 cerdos del cruce comercial Yorkshire-Landrace x L35, con peso inicial promedio entre 7 y 8 kg, recién destetados, hembras y machos castrados. Los animales recibieron agua ad-libitum y una dieta basada en maíz y soya (alimentoss Tropicales, Cuba), cuya composición cumplió las recomendaciones nutricionales de la categoría según el Manual de Crianza Porcina (IIP 2008). Los lechones consumieron 1,20 kg promedio de concentrado suministrado en dos raciones iguales (8.00 am y 3.00 pm).
Se utilizó la cepa Lactobacillus pentosus LB-31 del banco de microorganismos del Instituto de Ciencia Animal, cultivada en caldo Rogosa (Rogosa et al 1951) a 37 ºC por 24 h. Después del período de incubación, la absorbancia (600 nm) del cultivo se ajustó con caldo a 1,0, equivalente a 1010 ufc·mL-1. El inóculo se preparó semanalmente y se conservó en frascos estériles a 4 ºC hasta su utilización. Diariamente se mezcló, de forma manual, con la dieta basal a razón de 10 mL por kg de alimento para obtener una concentración de 108 ufc·g-1 de alimento, que se comprobó mediante la siembra en placas de agar Rogosa.
Se establecieron dos grupos de animales cada uno con 30 lechones, ubicados según diseño de bloques al azar, con 6 réplicas y 5 animales por corral en cada grupo. El primer grupo consumió la dieta basal (control) y el segundo la dieta basal con la adición de la cepa de Lactobacillus pentosus (LB-31) a la concentración de 108 ufc·g-1 de alimento. Los lechones de este último grupo se trataron desde el primer día de destetados (33 días de edad) y durante 42 días de experimentación (75 días de edad).
Para determinar el efecto de la adición del lactobacilo en la dieta de los lechones se determinaron algunos indicadores de salud y comportamiento productivo. Se controló el peso vivo (kg) al inicio y final del estudio, consumo de alimento de los animales (kg) y a partir de estos se determinó ganancia media diaria (kg·d-1) y conversión del alimento (kg·kg-1 de peso vivo) a los 42 días. También, se registró el número de animales con diarreas, neumonías y muertes de cada grupo. Al concluir el estudio se sacrificaron los animales, se examinaron los pulmones y se registró la cantidad y porcentaje de sanos.
Se analizaron los supuestos teóricos del análisis de varianza, homogeneidad de varianza y normalidad de los errores. Los datos experimentales se procesaron mediante análisis de varianza con el sistema de cómputo Infostat versión 1.0 (Balzarini et al 2001). En el caso de los valores expresados en porciento (diarreas, neumonías, muertes y pulmones sanos) se realizó comparación de proporciones (Chi cuadrado) con el programa compaPro 1.0 (Font et al 2007). La dócima de comparación de Duncan (1955) se empleó, en los casos necesarios, para discriminar diferencias entre las medias.
Resultados y Discusión
La tabla 1 muestra que la adición de la cepa LB-31 de Lactobacillus pentosus tuvo un efecto benéfico en indicadores de salud de los lechones como la presencia de diarreas y las muertes. Ninguno de los animales tratados con el probiótico tuvo diarreas ni se murieron. Aunque para este último indicador no se detectaron diferencias estadísticas entre tratamientos, al igual que para el porcentaje de neumonías. Algo similar ocurrió al analizar el número de pulmones sanos después del sacrificio de los animales (tabla 2).
Tabla 1. Efecto de la adición de Lactobacillus pentosus LB-31 en indicadores de salud de lechones destetados.
| Indicadores de salud % | |||
| Tratamientos | Neumonía | Diarreas | Muertos |
| Control | 40,00 (12) | 33,33 (10) | 6,67 (2) |
| LB-31 | 36,67 (11) | – (0) | – (0) |
| EE ± | 8,88 | 6,80*** | 3,28 |
*** P< 0.001
( ) Datos entre paréntesis corresponden al número de animales.
El momento del destete, el cambio de la dieta líquida al consumo de alimento sólido es una etapa estresante para el lechón, lo que se manifiesta con la aparición de animales con baja apetencia y tasa de crecimiento. Igualmente, la falta de capacidad digestiva con menos frecuencia de alimentación y en mayor cantidad puede afectar la digestión del concentrado y gran parte de esta pasa sin digerir al intestino grueso donde se fermentan y causan problemas de diarreas. En el presente estudio, la disminución del número de animales con diarreas cuando se adicionó el lactobacilo LB-31, es un resultado que avala la respuesta tipo probiótica de esta cepa bacteriana en la salud intestinal de los animales.
Efecto que coincide con los resultados de los estudios realizados por García-Hernández (2011) con esta misma cepa. El o los posibles mecanismos de acción de este microorganismo, según las pruebas in vitro, se asocian con su alta capacidad de adherencia al epitelio intestinal; supresión de microorganismos patógenos y la alteración del metabolismo microbiano y del hospedero. En evaluaciones in vivo se confirmó que LB-31, independientemente de su origen, es capaz de persistir y colonizar el epitelio intestinal de truchas arcoíris para ejercer un efecto beneficioso sobre el sistema inmunológico de estos animales. También, esta misma autora, observó que la cepa produce efectos multifactoriales, que se detectaron en indicadores morfofisiológicos, inmunológicos, productivos y de salud de pollos de ceba.
Tabla 2. Efecto de la adición de L. pentosus LB-31 en el porcentaje de pulmones sanos de lechones destetados.
| Pulmones Sanos | |||
| Tratamientos | Cantidad | % | EE ± |
| Control | 16 | 53,33 | 8,94 |
| LB-31 | 20 | 66,67 | 8,94 |
En la tabla 3 se aprecia el efecto de la adición del L. pentosus LB-31 en el comportamiento productivo de los cerdos en crecimiento. Los resultados se encuentran en correspondencia con la categoría animal (IIP 2008) y se observaron diferencias entre tratamientos para los indicadores peso vivo final, ganancia media diaria y conversión del alimento. Los lechones tratados con el aditivo incrementaron 1,26 kg más de peso con respecto a los del grupo control, con menor conversión del alimento. Esto pudiera estar relacionado con los resultados encontrados en los indicadores de salud, pues es conocido que la microbiota del ecosistema gastrointestinal interactúa con el hospedero y puede utilizar más eficientemente los nutrientes aportados por el alimento (Fuller 1992; Canibe 2007; Chichlowski et al 2007; Rondón et al 2013), lo que se refleja en el incremento de peso vivo con un consumo similar, efecto que se observó en este trabajo.
Tabla 3. Efecto de la adición de L. pentosus LB-31 en el comportamiento productivos de lechones destetados.
| Indicadores | Tratamiento Control | Tratamiento LB-31 | EE ± |
| Peso inicial, kg | 7,73 | 7,67 | 0,07 P=0,55 |
| Peso final, kg | 19,35 | 20,61 | 0,39 P=0,03 |
| Ganancia media diaria, kg·d-1 | 0,28 | 0,31 | 0,01 P=0,02 |
| Conversión, kg·kg-1 | 2,39 | 2,14 | 0,08 P=0,03 |
Medias diferentes por fila difieren a P<0,05
De forma general, los efectos encontrados cuando se adicionó L. pentosus en la dieta de cerdos en crecimiento son similares a los observados por autores como Giang et al (2011) y Rondón et al (2013) al adicionar monocultivos y policutivos en lechones. Sin embargo, difieren de los de Mejia-Silva et al (2007) cuando utilizó una mezcla de microorganismos y otros aditivos en esta especie animal.
Estas variaciones en los resultados evidencian lo planteado por Canibe (2007) de que existen muchos factores como la cepa, la especie, la dosis, la estrategia de dosificación, la edad y estado fisiológico de los animales que puede influir en la respuesta probiótica. De ahí que sea imprescindible comprobar la respuesta biológica de los animales a cada microorganismo que se vaya a utilizar para estos fines.
Los resultados del presente estudio demuestran que la adición de L. pentosus LB-31 en la dieta de lechones destetados ejerce respuesta tipo probiótica al influir beneficiosamente en algunos indicadores de salud y comportamiento productivo de estos animales.
Fuente: L. Ayala, Y. García-Hernández, L.L. Savón, R. Boucourt, M. Castro y M. Herrer. – ICA & Razas Porcinas.


