Investigadores de la Universidad de Gante han analizado la influencia del nivel de alimentación y de la condición corporal de las cerdas durante el periparto sobre la cantidad de calostro que son capaces de producir y la calidad del mismo.
La asociación es entre las variaciones del espesor de la grasa dorsal en las cerdas durante la semana anterior al parto y la producción de calostro. Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Gante (Bélgica) ha analizado la causalidad de esta asociación y la posibilidad de influir en la producción de calostro de las cerdas mediante el manejo de la dieta durante los días anteriores al parto.
Para llevar a cabo el trabajo de campo se utilizaron dos grupos experimentales con cerdas en el día 108 de la gestación, que recibieron una cantidad de alimento muy distinta hasta el parto: el primer grupo (L), con 28 cerdas, recibió 1,5 kg. de alimento al día mientras que el segundo grupo, con 22 animales (H), recibió 1,5 kg. de alimento tres veces al día.
Se registraron el consumo de alimento diario y la cantidad de calostro, cuya composición se analizó (aminoácidos y ácidos grasos, IgG e IgA). También se extrajeron muestras de suero a cada cerda el día 108 de gestación y el primer día del periodo de lactación, tras una noche de ayuno, y se analizaron las cantidades de diversos parámetros sanguíneos.
Para hacer el análisis estadístico, las cerdas también se dividieron en grupos por condición corporal según el grosor de su grasa dorsal el día 108 de gestación dentro de los dos grupos principales L y H: delgadas (23 mm., n = 14).
En el grupo H, las cerdas engrasadas mostraron una ingesta diaria inferior a las delgadas (3,8 kg. vs. 4,3 kg.; p = 0,006). En el grupo H se registró una tendencia a que las cerdas produjesen más calostro que en el L (p = 0,074) y una mayor cantidad de calostro por kg. de lechón nacido vivo (p = 0,018). El grupo de cerdas engrasadas produjo menos calostro (p = 0,044) y menos calostro por kg. de lechón nacido vivo (p = 0,005) que las de condición corporal moderada. No obstante, la concentración de IgA e IgG no difirió de forma significativa entre los grupos, tanto por tratamiento como por condición corporal.
El estudio demostró que la cantidad más elevada de calostro y su composición más adecuada se consiguieron en cerdas que llegaron a la unidad de partos con una condición corporal media y fueron sobrealimentadas en los días anteriores y posteriores al parto.
Fuente: Universidad de Gante & Razas Porcinas.
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