Alimentación y Nutrición para la preparación de la cerda de reemplazo, reposición o cachorras

El éxito en la productividad y longevidad de una cerda adulta depende principalmente del manejo y la alimentación durante su período de reemplazo. Normalmente problemas reproductivos son bajo tamaño y peso de la camada al nacimiento, períodos abiertos largos, bajos porcentajes de preñez, así como problemas en el sistema óseo, son el producto de una nutrición no adecuada de energía y minerales durante la etapa de reemplazo.

Esta situación se complica aún más con el desarrollo de las nuevas líneas maternas seleccionadas genéticamente para producir grandes camadas y altas producciones de leche, que necesitan de una excelente nutrición, especialmente por el hecho de que al ser animales clasificados como muy magros, el consumo de alimento es bajo, especialmente durante la etapa de lactación.

El sistema ideal de alimentación es aquel que permita un máximo crecimiento de tejido magro y el desarrollo de una cantidad significativa, pero no excesiva de reservas corporales, así como un excelente desarrollo de los huesos. El sistema de alimentación óptimo divide la alimentación de las cerdas de reemplazo en una etapa antes de llegar al peso de mercado  y otra del peso de mercado al momento de la monta. Este sistema consiste en seleccionar a las cerdas jóvenes de reemplazo entre los 50 y los 60 kg de peso y ponerlas en una dieta especial que contiene:

  • 15% de proteína.
  • 0,80% de lisina.
  • 0,85% de calcio.
  • 0,45% de fósforo aprovechable.
  • 3,3 Mcal/kg de energía metabolizable.

Esta dieta se suministra a libre voluntad hasta que las cerdas alcancen un peso de 100 kg y se mide el nivel de grasa dorsal.

En este programa es importante considerar el genotipo de los animales. Las líneas genéticas de alta prolificidad alcanzarán este peso entre los 150 y los 160 días con un consumo de alimento entre los 2,5 y los 3 kg por día. El nivel de grasa dorsal fluctuará entre los 15 y los 17 milímetros (mm); mientras que las cerdas provenientes de líneas tradicionales, especialmente los cruces Yorkshire-Landrace, alcanzaran ese peso entre los 160 y los 175 días con un consumo entre los 3 y los 3,5 kg por día y una grasa dorsal de 20 a 25 mm.

Para la etapa de peso de mercado a la monta es muy importante considerar el genotipo de los animales, pues la edad, el peso a la monta y el nivel de grasa dorsal presentan variaciones importantes. En el caso de razas tradicionales, la alimentación se restringe a niveles de 2 a 2,5 kg por día, pero se va evaluando la grasa dorsal y el peso del animal. La grasa debe ser menor de 30 mm, se recomienda entre 25 a 27 mm de grasa dorsal al momento de la monta, con un peso entre los 115 y los 120 kg y con una edad superior a los 7 meses.

También es importante precisar la aparición del celo, para que unos 14 días antes de presentarse el tercer celo, se utilice el sistema llamado de “flushing” para aumentar la tasa de ovulación y que consiste en incrementar el consumo de alimento a 3,5 kg por día.

Cerdas reposición, cerdas de reemplazo o cachorras

Para los animales de alta prolificidad, especialmente los de alto contenido de carne magra, su alimentación es un poco más complicada, especialmente para obtener la grasa dorsal óptima al momento de la monta. Este período comprende de los 100 kg a los 130 o 140 kg y con una edad superior a los 7 meses. El problema que tienen los animales de alto potencial para producir carne magra, es que el nivel de grasa dorsal es muy bajo y que para evitar futuros problemas reproductivos es necesario que las cerdas jóvenes de reemplazo tengan como mínimo 20 mm de grasa dorsal. El consumo de alimento se puede suministrar a libre voluntad y este varía entre los 2,5 y los 3 kg por día.

El sistema de “flushing” puede también utilizarse en animales de alta prolificidad, solo que aquí se presenta el problema, de que para alcanzar la grasa dorsal deseada al momento de la monta, las cerdas ya consumen el alimento a libre voluntad y es imposible aplicar el sistema de “flushing”. Sin embargo, en algunas líneas genéticas que usan un sistema de consumo de alimento restringido, no existe este problema y se aplica el “flushing” en la misma forma de 11 a 14 días antes de la monta.

La dieta más común utilizada en la alimentación de cerdas jóvenes de reemplazo está basada en una combinación de maíz y harina de soya y es suplida con vitaminas, aminoácidos, minerales y aditivos no nutricionales. Según la composición energética que se desee tener en la dieta, esta puede ser complementada con niveles de 2 a 5% de una fuente de grasas o aceites (soya, palma o sebo) o con niveles de subproductos de trigo que varían entre el 5 y el 20%.

El sistema de utilizar alimentos energéticos altos en humedad consiste en suministrar a las cerdas de reemplazo frutas, verduras o tubérculos frescos en cantidades que varían de 4 hasta 8 kg más 1 a 1,5 kg de un suplemento de proteína que contiene:

  • 30% de proteína.
  • 2,5% de lisina.
  • 2% de calcio.
  • 1 % de fósforo aprovechable.
  • 3,2 Mkcal por kg de energía digestible.

Estos productos se suministran 2 a 3 veces por día, preferiblemente en forma picada.

En cualquiera de los sistemas de alimentación, ya sea solo a base de concentrado o de un alimento energético alto en humedad más un suplemento de proteína, una vez que la cerda ha sido montada debe ser alimentada como una cerda gestante.

Fuente: Razas Porcinas.


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