Caracterización y aptitudes reproductivas de cachorras F1 Yorkshire x Landrace
Un total de 60 cachorras Yorkshire x Landrace de ocho meses de edad y un peso promedio de 98 kg. fueron inseminadas con semen de verracos de CC21 con el objetivo de caracterizar el desarrollo del tracto reproductor, así como estimar la tasa de ovulación y la mortalidad embrionaria en este tipo de cachorras en las condiciones ambientales de Cuba.
Las cachorras, también conocidas en el país como cochinatas, se sacrificaron a los 30 días de gestación, se pesaron y midieron los ovarios, cuernos uterinos y se realizó el conteo de los cuerpos lúteos (CL) y embriones presentes en esta etapa. Los pesos y largo de los ovarios derecho e izquierdo fuerón de 5.7 y 6.9 y 5.8 y 6.7 cm respectivamente. La longitud y pesos de los cuernos derecho e izquierdo fueron 1.68 y 1.86 m. y 1403 y 1623 g. respectivamente. La tasa de ovalación fue de 13 CL encontrandose dentro de los índices normales del patrón para este tipo de cachorras. La mortalidad embrionaria (21.0%) fue favorablemente más baja que el rango común de 30 a 40%. El potencial de reproducción de estas cachorrsa es aceptable.
Hace algunos años, en Cuba se vienen desarrollando estudios de caracterización y comportamiento reproductivo de la masa básica porcina en las condiciones de manejo, alimentación y ambiente.
La utilización de la hembra F1 Yorkshire x Landrace como cruce materno en algunas granjas comerciales se ha extendido a varias provincias del país (Diéguez et al 1981); es por ello que el caracterizar el desarrollo del tracto reproductivo, así como estimar la tasa de ovulación, número de embriones y mortalidad embrionaria de este tipo de cruce complementaría la información reportada por varios autores nacionales (Cambó et al, 1986-1987; Barrios et al 1987); Arias et al 1990 a,b; Diéguez et al 1992).
Materiales y Métodos
Se utilizaron 60 cerdas F1 de reemplazo Yorkshire x Landrace de 7 meses de edad aproximadamente, procedentes del centro multiplicador Mederos da la provincia de La Habana. Las cachorras se seleccionaron a los 7 meses de nacidas en el mismo centro multiplicador y se trasladaron al Instituto de Investigaciones Porcinas (IIP) donde fueron alojadas en corrales individuales. A las cerdas se les suministró una dieta que consistió en 2.5 kg. de alimento/día reproductora con un 16% de proteína bruta. A partir de ese momento se estimuló el celo dos veces al día en las horas más frescas con verracos celadores. Una vez presentado el celo se pesaron e inseminaron con semen fresco a una concentración de 5 x 109 células procedente de eyaculados de sementales CC21 previamente evaluados y calificados en el centro de procesamiento de semen porcino del IIP. Se dieron dos servicios a cada cachorras; el primero con semen fresco y el segundo con semen conservado 24 hs. según lo establecido en las normas nacionales (NR AG 780 1986).
Las cochinatas se sacrificaron a los 30 días de gestación. Antes del sacrificio las cochinatas se pesaron y con posterioridad se estudió la morfología del aparato reproductor, que incluyó peso y largo de los cuernos y ovarios, conteo de cuerpos lúteos (CL) para estimar la tasa de ovulación y conteo de embriones. Además se estimó la mortalidad embrionaria con la diferencia del número de cuerpos lúteos y el número de embriones presentes en cada cuerno la cual se expresó en porciento. También se tuvo en cuenta expresada como porcentaje de gestación en relación a las inseminaciones realizadas.
Se calcularon los siguientes estadífrafos: media y desviación estándar para todas las medidas estudiadas.
Resultados y Discusión
Algunas de las características del tracto reproductivo estudiadas se muestran en la tabla 1, donde se refleja que el crecimiento de las mismas fue aceptable, ya que se cubrieron con 240 días de edad con un peso vivo de 98.7 kg. Se destaca que todos los animales presentaron el celo y solamente 4 cachorras de las cubiertas quedaron vacías. Esto indicó una alta fertilidad (93% de efectividad), lo que no es característico de esta categoría. En investigaciones anteriores en condiciones de crianza cubanas la efectividad económica (partos vs. cubriciones) osciló entre 65 y 75% (Arias y Pérez 1984, López et al 1979)
En este trabajo los buenos resultados estuvieron acompañados en primer lugar de un alto peso de las cachorras a la cubrición. Ello coincide con los datos de Pay y Davies (1973), trabajando en cachorras Yorkshire x Landrace, encontraron que al cubrirlas a los 77, 97 y 116 kg. de peso vivo (PV), las de más bajo peso tuvieron un tamaño de camada más pequeño al igual que la tasa de concepción. López et al (1979) plantearon que las cachorras deben ser montadas a los 90 kg. de PV como mínimo, ya que en su trabajo encontraron un incremento marcado en las crías por parto en estas cerdas y camadas más pequeñas en cachorras cubiertas por debajo de estos pesos.
Tabla 1: Comportamiento de las cochinatas F1 (Yorkshire x Landrace).
X | DS± | |
Nº de cachorras | 60 | – |
Porcentaje presentación del celo | 100.0 | – |
Edad cubrición, días | 240 | – |
Peso cubrición, kg. | 98.7 | 8.4 |
Nº de gestadas | 56 | – |
Porcentaje de gestación | 93.3 | – |
Peso al sacrificio, kg. | 120.0 | 10.6 |
Otros aspectos que favorecieron el comportamiento de este grupo de cachorras fueron las condiciones de manejo y alimentación estables así como la época del año, ya que el experimento se realizó en el mes de enero que es muy favorable para la reproducción en Cuba (Peréz Valdivia 1983 Arias y Pérez, 1985; Arias y Pérez 1984). Debe señalarse que al ser sacrificadas las cachorras a los 30 días post cubrición no se contempló la segunda etapa de la gestación (desde los 30 hasta los 114 días) donde el porcentaje de pérdidas puede ser de un 6% (Arias y Peréz 1984); lo que también favoreció al buen comportamiento de las cerdas.
La tabla 2 recoge algunas características del tracto reproductivo como son el largo y peso de los cuernos y ovarios. En el caso de los ovarios se ve un desarrollo adecuado comparado con lo reportado por Signoret (1985) que presentó valores entre 5 y 8 g como normales para esta categorías.
Tabla 2. Algunas características del tracto reproductivo de cochinatas F1 Yorkshire x Landrace.
Peso, g. Media | DS± | Largo, cm. Media | DS± | |
Ovario derecho | 5.7 | 1.2 | 5.8 | 1.7 |
Ovario izquierdo | 6.9 | 1.7 | 6.7 | 1.5 |
Cuerno derecho | 1403 | 371 | 1.68 | 38.7 |
Cuerno izquierdo | 1623 | 414 | 1.86 | 39.5 |
Los pesos de los ovarios coinciden con lo expuesto por Diéguez et al (1992) con um promedio de 6.5 g para este tipo de cruzamiento. Sin embargo fueron superiores a lo reportado por Arias et al (1990a) con pesos de los ovarios entre 2.9 a 3.7; en ello influyó el estadío del ovario que en nuestro experimento estaba en desarrollo luteal a diferencia de la fase folicular (en celo) informado anteriormente por Arias et al (1990a,b) en condiciones muy semejantes a esta investigación. El largo y peso de los cuernos ofrecen un buen desarrollo por encima de lo expuesto por Bergfeld (1985) que plantea peso de cuernos normales con 200 a 250. En el caso de este experimento este desarrollo pudiera estar favorecido por los altos pesos a la cubrición y el buen manejo animal.
La tasa de ovulación y mortalidad embrionaria se reflejan en la tabla 3.
Tabla 3. Tasa de ovulación y mortalidad embrionaria cochinatas F1 (Yorshire x Landrace)
Media | DS±DS± | |
Cantidad de CL | 13 | 2.21 |
Embriones por cerda | 10.3 | 2.50 |
Tamaño de los embriones | 3.3 | 0.64 |
Mortalidad embrionaria, % | 21.0 | – |
La media de 13 CL es similar a lo planteado por Perry y Rowlands (1962) y Penny (1971) cuando escriben que el número de CL en cochinatas está entre 12 a 14. Archibong et al (1982) y Lutter et al (1981) reportan tasas de ovulación más altas de 14.5 y 15.5 respectivamente. En Cuba, trabajos anteriores a este señalaron niveles más bajos entre 12.5 y 13.7 para esta categoría (Cambó et al, 1986; Arias et al 1990a; Diéguez et al 1992).
La cantidad de embriones fue de 10.3 por encima de las investigaciones de Lutter et al (1981), Dyck y Stain (1984) y Diéguez et al (1992), los que encontraron 9.9; 8.1 y 9.3 embriones respectivamente. La mortalidad embrionaria es baja comparada con lo observado en cruzamientos similares: entre 30 y 40% (Lutter et al 1981; Dyck y Stain, 1984; Cambó et al 1986; Diéguez et al 1992). Por su parte de Pomeroy (1960) y Jair (1979) señalaron valores mayores de 41.2 y 53.2%.
Estos datos ratifican que en nuestras condiciones la cerda del tipo Yorkshire x Landrace tiene un potencial aceptable para la reproducción y que las relativas bajas crías por parto que se observan en general en Cuba pudieran estar dadas por limitantes de manejo y alimentación en la última etapa de la gestación o en los momentos alrededor del parto lo que necesita ser verificado en estudios posteriores.
Fuente: Teresa Arias, F. J. Diéguez, Yolanda del Toro, G. Morales y M. Tosar. & Razas Porcinas.