¿Cómo afecta y se detecta la Osteomielitis Purulenta en canales de cerdo?
Durante la inspección post-mortem de canales de porcino se pueden observar de forma relativamente frecuente lesiones a nivel de los huesos de la columna vertebral de carácter supurativo.
Esta lesión se conoce como osteomielitis purulenta que significa inflamación del hueso y de la médula ósea vertebrales (siempre se afectan las dos estructuras).
Otras nomenclaturas asociadas a este tipo de lesión son:
- Osteítis: término genérico que hace referencia sólo a una inflamación en el hueso.
- Espondilitis: inflamación que afecta únicamente al cuerpo vertebral.
- Discoespondilitis: inflamación del disco intervertebral y la vértebra.
- Periostitis: inflamación que sólo afecta el periostio.
Este tipo de lesión, de carácter purulento, se asocia a una etiología bacteriana. En porcino el agente más frecuentemente aislado es Trueperella pyogenes (antiguamente conocido como Arcanobacterium pyogenes, más antiguamente como Actinomyces pyogenes y aún más antiguamente como Corynebacterium pyogenes) pero se han descrito de otros tipos de agentes como Erysipelothrix rhusiopathiae o diferentes especies de estafilococos y estreptococos. Brucella suis también puede provocar discoespondilitis.
Lesión purulenta en el cuerpo vertebral. Se realizó cultivo microbiológico de 5 muestras remitidas al SESC y, en todos los casos se aisló Trueperella pyogenes. Las muestras se tomaron con un hisopo, directamente de la lesión.
La patogenia de este tipo de lesiones consiste en una entrada hematógena de las bacterias que se acantonarían en algún punto del hueso generando una reacción inflamatoria supurativa. La particular anatomía de los vasos sanguíneos en los huesos favorece que se dé este fenómeno.
Esta inflamación puede destruir y debilitar el hueso hasta el punto de que la vertebra afectada puede acabar fracturándose liberando material purulento y fragmentos de hueso en el canal vertebral afectando a la médula espinal. Si no hay fractura, la inflamación puede extenderse hacia tejidos adyacentes: musculatura espinal, pleura o peritoneo o hacer protrusión al canal espinal.
Ejemplo de osteomielitis vertebral en la región caudal.
Por otra parte, la inflamación puede cronificar y quedar contenida, sin presentar signos clínicos y ser detectada sólo como hallazgo de matadero.
Otra consecuencia de una osteomielitis pueden ser los secuestros: fragmentos de tejido óseo necrótico rodeados de tejido inflamatorio o, en casos más crónicos, tejido fibroso.
La mayoría de casos parece que son resultado de una dispersión hematógena de la infección hacia los huesos durante el período neonatal en el que los animales presentan una inmunidad pasiva inadecuada. Las bacterias pueden entrar por el cordón umbilical, a través del tracto respiratorio, del digestivo o a través de la placenta en momentos inmediatamente previos al parto.
Caso de osteomielitis vertebral en la región cervico-torácica.
En el caso del ganado porcino se cree que el corte de colas y la presencia de problemas de caudofagia pueden ser factores predisponentes que facilitarían la entrada de los agentes bacterianos y generar lesiones localizadas en la parte más caudal de la columna.
Otras vías de entrada pueden ser heridas, fracturas, traumatismos o incluso pinchazos que inoculan directamente las bacterias al tejido óseo o al periostio.
Dentro del diagnóstico diferencial de una osteomielitis bacteriana se pueden incluir fracturas óseas, neoplasias, necrosis isquémica del tejido óseo y otras causas menos frecuentes de osteítis como la tuberculosis o osteítis fúngicas o víricas.
Independientemente de la vía de entrada de las bacterias lo que hay que determinar en la inspección veterinaria es si nos encontramos ante un proceso focalizado o se trata de un proceso más extendido y que hay que considerar como enfermedad generalizada.
A continuación se definen una serie de criterios que pueden ayudar a determinar en cuál de las dos situaciones se encuentra una canal:
Ejemplos de animales en la inspección antemortem con presencia de lesiones asociadas a caudofágia.
Fuente: SECS & Razas Porcinas.







