Composición de variedades de granos de soya para la alimentación de cerdos

El contenido de proteínas más el aceite, representan el 60% aproximado del peso seco de la soya; proteína 40% y aceite 20%. El resto se compone de un 35% de carbohidratos y cerca del 5% ceniza.

Las variedades cultivadas comprenden aproximadamente un 8% cáscara de semilla, 90% cotiledones y 2% ejes de hipocótilo o germen. Algunos de sus derivados se consumen en substitución de los productos cárnicos, ya que su proteína es de muy buena calidad, casi equiparable a la de la carne. Las personas adultas necesitan ingerir con la dieta 8 aminoácidos (los niños 9) de los 20 necesarios para fabricar proteínas. Las proteínas más completas, es decir, con todos los aminoácidos necesarios, suelen encontrarse en los alimentos de origen animal. Sin embargo, la soya aporta los 8 aminoácidos esenciales en la edad adulta, aunque el aporte de metionina sea algo escaso; pero esto puede compensarse fácilmente incluyendo en la alimentación diaria, cereales, huevos o lácteos (Martellotto et al 2003).

Las proteínas del grano de soya presentan una composición en aminoácidos esenciales (histidina, isoleucina, leucina, lisina, fenilalanina, tirosina, treonina, triptófano y valina) balanceada, a pesar de tener un origen vegetal. La concentración de lisina en la proteína es particularmente elevada, convirtiendo a esta planta en una fuente de proteínas de primer orden. Sin embargo, el valor total de los aminoácidos azufrados esenciales; metionina y cistina, está por debajo de los patrones recomendados en la mayoría de los productos de soya (Giorda y Baigorri 1997).

En la literatura aparecen pocos trabajos en los que se aborden resultados relacionados con los principales componentes nutritivos de la soya cultivada bajo las condiciones de Cuba. El objetivo de este estudio fue evaluar el efecto de la variedad sobre el contenido y calidad de las proteínas a partir de los aminoácidos y el aporte de grasa en el grano de variedades de soya cultivadas en la zona oriental de Cuba.

Materiales y Métodos

Se evaluaron semillas de las variedades de soya V-6317, G7- R315, V-112 y V-70 cultivadas en parcelas durante la época de seca, en un suelo vertisol (Hernández et al 1999). Se utilizó un diseño de bloques al azar con cuatro réplicas, para estudiar el efecto de la variedad sobre el contenido de proteínas, aminoácidos y grasa en el grano. Las labores agroculturales se realizaron conforme a las recomendaciones de Díaz et al (1978). Se cosecharon las parcelas y se tomaron 300 g de muestras de semillas representativa de cada réplica, se secaron en estufa a 65 °C durante 48 horas, se molieron y se determinó en los granos la MS, PB (Nx6.25), cenizas, fibra cruda, extracto etéreo, Ca y P según métodos de la AOAC (1995).

Para la determinación de los aminoácidos se pesaron en capsulas de porcelana 200 mg de cada muestra previamente desgrasada con éter de petróleo, se vertieron en ámpulas de vidrio con 10 mL de ácido clorhídrico (HCL 6 N), se sellaron al vacío y se sometieron a una hidrólisis ácida (Davies y Thomas 1973) durante 24 horas a 105o C. Se transfirió a un frasco volumétrico de 25 mL, se enrasó con buffer de citrato a pH 2.2 hasta su posterior análisis por cromatografía de intercambio iónico (Moore et al 1958) en un analizador de aminoácidos. La valoración química y el índice de aminoácidos esenciales (IAAE) para calcular la calidad de la proteína en el grano de soya, se efectuaron según los métodos recomendados por la FAO (1989).

Los datos fueron procesados en un análisis de varianza de clasificación doble (Steel y Torrie 1980), mediante el uso del paquete estadístico SPSS versión 12.1. En los casos necesarios se empleó la dócima de Duncan (1955) para determinar las diferencias entre medias.

Resultados y Discusión

Los análisis químicos en el grano de soya (Tabla 1), mostraron que el mayor contenido de proteína bruta se obtuvo en la variedad V-112, la que superó significativamente (P<0.01) a las demás variedades, que a su vez mostraron valores semejantes entre sí. Los tenores de proteína evaluados, se encontraron dentro de los valores publicados por Giorda y Baigorri (1997) en más de 30 variedades cultivadas de esta especie y por encima de los resultados publicados por Dust (2004). El extracto etéreo y de la fibra bruta, fueron similares en las variedades estudiadas. Los valores de ceniza y los minerales concuerdan con los resultados de otros autores cubanos (Lezcano 2005; Piloto y Macias (2005).

Tabla 1. Composición química de granos de soya (% base seca).

Análisis de VariedadesG7-R315 V-6317 V-112V-70 EE ±
MS93.61a93.10b93.40a93.59a0.06**
Cenizas4.404.814.524.940.06
Fibra cruda 3.233.313.523.250.04
Extracto etéreo21.3121.2321.1821.020.06
Proteína bruta, N x6.2539.95b40.50b 441.14a39.97b0.02**
P0.680.790.790.700.02
Ca0.280.330.310.310.01

** P<0.01

abc Medias con letras diferentes en la misma fila difieren entre sí significativamente (P<0.05)

Se observó variación en la composición aminoacìdica entre las variedades analizadas (tabla 2). En la G-7R315 y la V-70 se apreciaron los mayores contenidos de lisina, cistina, treonina y leucina, con diferencias significativas (P<0.01) respecto a las restantes variedades. A su vez la G-7 R315 difiere favorablemente en los niveles de fenilalanina, arginina, prolina y ácido aspártico con las otras tres variedades, las que a su vez no difieren entre sí.

En la variedad G7- R315 se manifestaron los mayores valores de cistina, histidina, isoleucina, ácido aspártico y glicina. Los resultados más bajos de los aminoácidos metionina, treonina, arginina isoleucina y glicina se apreciaron en la V-112, y serina en la V-6317, lo cual coincide con lo reportado por Tarek et al (2001) y la FAO (2009). El menor contenido de fenilalanina se refleja en la V-6317, lo cual corresponde con los resultados de Esminger (1992), mientras que en la variedad G7- R 315 registró el mayor valor, que a su vez esta acorde con los resultados de la FAO (2009). La metionina, cistina y el triptofano mostraron los menores niveles en todas las muestras analizadas.

Tabla 2. Contenido de aminoácidos en el grano de soya de diferentes variedades (g/16 g de N)

** P<0.01

abc Medias con letras diferentes en la misma fila difieren significativamente (P<0.05) entre si

Los resultados de este estudio fueron similares a los informados por Clarke y Wiseman (2000), e inferiores a los publicados por Piloto y Macias (2005). Entre los aminoácidos no esenciales se destacó, por su mayor cuantía el ácido glutámico, con valores de 15.25 y 20.24 en las variedades V- 70 y V-6317 respectivamente; esta última presentó un mayor contenido de glicina, que superó al obtenido por los investigadores citados. En términos generales, los resultados se corresponden con los valores de aminoácidos expuestos por Rivlin (1997) en múltiples variedades comerciales.

En todos los casos, la valoración química de la calidad de las proteínas (Figura 1) estuvo por encima a lo informado por la FAO (1970). La relación de aminoácidos limitantes (A/T) fue inferior a los valores obtenidos por Suárez et al (2006), al evaluar la calidad de la proteína en el grano de soya. El índice de aminoácidos esenciales coincidió con lo hallado por Badenhop (1971). La variedad G7- R315 se destacó con el mayor porcentaje, y la V-70 registró el nivel mas bajo de los índices cuantitativos, aunque estuvo dentro de los parámetros publicados por la FAO (1970).

Figura 1. Valoración química de la calidad de proteína en diferentes variedades de soya

A/T, AF e IAAE expresan la relación de aminoácidos limitantes, el total de aminoácidos limitantes contra el patrón y el índice de aminoácidos esenciales, en ese orden.

Los aportes en proteína, grasa y rendimientos agrícolas (t/ha) se comportaron significativamente (P<0.05) superiores en la variedad G7-R315 con relación a los restantes cultivares. Las variedades V- 6317 y V- 112 alcanzaron valores semejantes (tabla 3), superando en ambos casos a la V-70, que reflejó los aportes mas bajos en proteína, grasa y del grano, con diferencias significativas (P<0.05) a favor de las restantes variedades. Valores más bajos en condiciones de producción, han sido informados por Reyes e Inturias (2007) al igual que Milán y Lerch (1982) en condiciones semejantes. Por otra parte, valores similares han sido encontrado por Díaz et al (1978) en época semejante, pero en diferente tipo de suelo. Aun así, estos resultados fueron inferiores a los rendimientos obtenidos por Hymowitz (1995). Los aportes de extracto etéreo y de la proteína bruta estuvieron en correspondencia con los rendimientos agrícolas.

Tabla 3. Aportes de proteína y extracto etéreo (t/ha) en el grano de diferentes variedades de soya

Aportes de las Variedades cultivadasG7-R315V-6317V-112V-70EE ±
Exracto etéreo0.53a0.47b0.45b0.36c0.36*
Proteína bruta1.10a0.90b0.88b0.68c0.03*
Grano 2.56a2.41b2.30b1.83c0.04*

Las variedades de soya estudiadas mostraron perfiles favorables de aminoácidos esenciales, destacándose las variedades G7- R315 y V-6317 en la valoración química de la calidad y aportes de proteínas, así como de extracto etéreo. En síntesis, las variedades estudiadas aportan niveles favorables de proteínas, aminoácidos y extracto etéreo. Se sugiere continuar profundizando en este sentido.

Fuente: G. Solano, R. Fonseca y R. Santiesteban – Instituto de Investigaciones Agropecuarias “Jorge Dimitrov”. Bayamo, Cuba & Razas Porcinas.


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