Higiene: la clave para obtener una buena calidad de semen
La buena calidad del semen es de suma importancia para que el programa de inseminación tenga éxito. Un buen semen se caracteriza, entre otros factores, por no contener bacterias o, expresado de otra forma, la escasa contaminación constituye una característica importante de calidad de una dosis de semen. Esto se puede lograr con una buena higiene.
¿Qué sucede cuando una dosis de semen contiene bacterias?
La primera consecuencia es la reducción de la viabilidad y vida útil del semen. Ella conduce hasta la muerte de todas las células espermáticas en 24 horas. A esto hay que añadir el peligro de una infección en el aparato genital de la hembra, seguido de alteraciones de la fertilidad. Un peligro particularmente grave lo constituye la aparición de cepas bacterianas resistentes a los antibióticos utilizados. Sin embargo, el cambio de antibióticos sólo debería ser la última alternativa, por el peligro real de creación de cepas multiresistentes. Por ello es recomendable reforzar las medidas para el control de la higiene.
Un primer paso de mejorar la higiene en un centro de inseminación, o dentro de un sistema de inseminación propio del plantel, consiste en evitar la contaminación inicial del eyaculado.
- Higiene del verraco: es importante la limpieza del corral, incluyendo el comedero. Debe cuidarse de que el verraco o macho se mantenga en un ambiente seco. La humedad relativa debe estar por debajo del 70%. Junto a la limpieza de la cuadra y del animal, se debe tener presente que la humedad y el calor favorecen el crecimiento de bacterias, siendo imprescindible mantener la limpieza, y un secado adecuado. Además se deben mantener cortos los pelos prepuciales y cuidarse de que el prepucio este vacío, limpio y seco. Para vaciar el divertículo prepucial, cuyo contenido es altamente contaminante, se debe exprimir cuidadosamente con la mano.
- Limpieza de la sala de colección: terminada la jornada diaria de colecciones, el área de colección debe limpiarse cuidadosamente. Si se efectúa un mayor número de colecciones, o el maniquí y el área de colección se han ensuciado, debe intercalarse una limpieza durante la jornada. Es imprescindible proceder a una desinfección semanal del área de colecciones.
- Manipulación de materiales: la preparación de los envases de colección debe efectuarse en un ambiente seco y limpio, con las manos lavadas y secas. Es imprescindible el uso de material desechable (guantes. bolsas de colección de semen). Higiénicamente es preferible el uso de bolsa de colección con filtró integrado (US-bag®). Nunca debe tocarse con las manos las superficies que posteriormente entrarán en contacto con el semen.
- Doble guante: sólo es posible asegurar una colección limpia mediante el método de “doble guante”. Tras vaciar completamente el prepucio (preferentemente previo a la colección), se debe sacar la abertura prepucial con una toalla de papel. Una vez que el verraco o macho ha completado el ascenso e inicia el movimiento de búsqueda, el operario debe quitarse el guante externo. Hay que tener en cuenta que, desde ese momento, todo lo que entra en contacto con el segundo guante alcanza al semen. Por ello, sólo debe tocarse el pene y evitar todo contacto con el prepucio. Debe mantenerse el pene en posición horizontal, o ligeramente ascendente, para evitar que escurra la secreción prepucial a lo largo del pene hasta el vaso colector de semen. En lo posible, el semen debe llegar directamente desde la uretra al vaso colector, sin entrar en contacto con el guante, para ellos se debe extender el dedo meñique.
- Fraccionamiento del semen: es posible reducir el contenido de gérmenes mediante la colección exclusiva de la fase rica en células espermática, aunque con ello es inevitable una pérdida de células. Sin embargo, la fracción rica en células espermáticas es más lábil a los cambios de temperatura antes de dilución, debido a su menor volumen, por tal razón, es recomendable la colección del eyaculado completo, teniendo la preocupación de no colectar primeros chorros, que son los particularmente contaminados.
- Protección del semen: debe evitarse estrictamente toda contaminación después de la colección. Si se utiliza una bolsa US-Bag®, su perforación debe posicionarse en el borde del vaso colector desplegando había abajo su superficie exterior. El filtro debe retirarse cuidadosamente, evitando la entrada de polvo en el vaso.
- Higiene del laboratorio: tiene igual importancia que la higiene durante la colección y transporte del eyaculado. Ante todo, debe evitarse la entrada de gérmenes contaminantes al laboratorio, llevados por personas o materiales que afectan al semen o envases de semen.
En un centro de inseminación moderno el personal de laboratorio debe ducharse y utilizar ropa de laboratorio disponible en el área interior. No es aceptable que esta norma estricta sólo se aplique al personal de la nave de verracos o machos. Por otra parte, debe prohibirse el acceso al laboratorio de personal de verracos o machos. Si fuera necesario, este personal debe abandonar su área de trabajo a través de la zona de duchas, para proceder a ducharse y cambiarse de ropa. De esta forma luego puede acceder al laboratorio.
Dentro del laboratorio, todos los materiales que entran en contacto con el semen, son potenciales vectores contaminantes. Esto es válido particularmente para todas las áreas con calefacción. Los materiales contaminados pueden ser las puntas de pipetas, diluyentes, bolsas de diluyentes, mangueras, equipos y máquinas de envasado y termómetros.
Especialmente son críticas las áreas calefaccionadas y húmedas, como baños, platinas térmicas para portar y cubre objetos o cámaras térmicas. Pero tampoco debe olvidarse que los productos químicos para diluyentes especialmente cuando vienen en envases grandes que son utilizados reiterativamente, pueden ser contaminados por un manejo inadecuado, lo que puede provocar problemas graves. Igualmente importante es la preparación y manejo del agua, utilizada en la preparación de los diluyentes.
El laboratorio debe limpiarse diariamente (superficies de trabajo, desagüe, cámaras de recuento, baños, platinas térmicas, microscopios, mangueras, etc.). Es recomendable el uso de alcohol isopropílico al 70%, el cual se evapora sin dejar residuos. El suelo del laboratorio debe limpiarse diariamente con un paño húmedo y una vez por semana con un medio desinfectante.
Si en el laboratorio no se usan materiales desechables, deben utilizarse materiales que se puedan esterilizar en el autoclave. Puede recomendarse también una lavadora de materiales a alta temperatura, terminando con un enjuague del material en alcohol isopropílico al 70%.
Para los centros de inseminación es recomendable efectuar controles bacteriológicos mensuales o trimestrales. Se deberían colectar muestras para semen puro, semen diluido, diluyente, colorantes y otros materiales u objetos que entran en contacto directo o indirecto con el semen. Las muestras pueden ser cultivadas y examinadas en un laboratorio propio utilizando los EasyCult. Las áreas de laboratorio, mesas, platinas calefaccionadas, etc. deben también controlarse mediante pruebas bacteriológicas.
La aplicación de pinturas especiales sobre las superficies del maniquí, puede contribuir marcadamente a una reducción de microorganismos presentes. La aplicación regular nocturna de luz ultra-violeta también ayuda a reducir la carga bacteriana de los recintos.
La bioseguridad es un aspecto fundamental para un programa de inseminación. Aseguran el éxito en la minimización del ingreso de gérmenes contaminantes, la limpieza profunda y los controles rutinarios en cada uno de los pasos de la cadena de producción, particularmente en aquellas áreas de mayor riesgo.
Fuente: Revista Avances en Tecnología Porcina & Razas Porcinas.
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