La Enfermedad de los Edemas (colienterotoxemia) en los lechones
La enfermedad de los edemas o colienterotoxemia la mayoría de las veces la agarran los mejores lechones debido a una intoxicación en la sangre que procede del intestino, debido a que esto en la mayoría de las veces esta “sobrecargado” en alimento.
Las bacterias intestinales producen toxinas (enterotoxina, neurotoxina, endotoxina). El veterinario la llama Enfermedad de los Edemas o Colienterotoxemia.
Al diagnóstico del veterinario de enfermedad de los edemas le sigue en general la pregunta del dueño del animal: ¿Qué es la enfermedad de los edemas?
El diccionario médico define el término edema como sigue: un edema es una inflamación sin dolor, no enrojecida debido al acúmulo de fluido acuoso en la hendidura del tejido. En la enfermedad de los edemas se observa este acúmulo de fluido, más o menos marcado, en la piel del párpado y detrás de la oreja.
No es muy exacta la denominación enfermedad de los edemas. El término colienterotoxemia es sustancialmente mejor.
Una toxemia es intoxicación de la sangre. La intoxicación de la sangre, como la que tratamos aquí, procede del intestino, y se trata de toxinas que se componen de colibacilos.
El término colienterotoxemia es sinónimo de enfermedad de los edemas. Afecta a los lechones que presentan enfermedades intestinales y generalmente que son causadas por toxinas del grupo E. coli. Por eso, este grupo de coli se designa como tóxico, porque forman toxinas.
El siguiente resumen de distintos cuadros de colienterotoxemia procede del Dr. Schimmelpfennig del Instituto Veterinario de la Universidad de Göttingen:
- Enfermedad de los edemas o Edematosa. En primer lugar, estas enfermedades producen trastornos del sistema nervioso central como sobreexcitación, convulsiones, gritos estridentes, que más adelante evolucionan hasta afonía, debilidad y movimiento de las extremidades a modo de paleo mientras el animal está recostado aparentemente. Aparecen edemas en la piel interna, especialmente se pueden ver bien en los párpados y el dorso nasal, pero también en la pared del estómago y en el mesenterio del intestino grueso.
- Shock. Aquí se observan casos de muerte repentina. El intestino delgado de los animales muertos tiene los vasos sanguíneos repletos de sangre, y la musculatura presenta color pálido.
- Colienteritis. En esta enfermedad la diarrea ocupa el lugar principal entre los síntomas. En diarreas persistentes se observa una intensa deshidratación del animal, causada por la pérdida excesiva de líquidos.
¿Cómo se origina la enterotoxemia?
Sabemos que los colibacilos patógenos especialmente tóxicos pueden provocar esta enfermedad. Normalmente, los colibacilos no patógenos y los patógenos habitan en el intestino grueso. Los colibacilos que emigran ascendiendo hasta el intestino delgado son rechazados de nuevo al intestino grueso por los movimientos peristálticos.
Al cambiar de alimento después del destete o al cambiar el régimen de engorde, se producen trastornos digestivos. Estos trastornos se traducen en una restricción de la actividad intestinal, asociada a una peor absorción de productos digestivos a través de la pared intestinal.
Al mismo tiempo, los colibacilos se multiplican de forma explosiva y aprovechan la pereza intestinal para ascender al intestino delgado. A causa de la escasa actividad del intestino delgado, posiblemente e asociación con una cambio de pH y el trastorno de la digestión fermentativa, los colibacilos patógenos pueden adherirse a la mucosa del intestino delgado y liberar sus toxinas.
Las toxinas, por otra parte, son responsables del cuadro clínico y evolución de diferentes enfermedades. Hay toxinas que provocan casos de muerte por shock, algunas provocan edemas y causan trastornos del sistema nervioso central como en la enfermedad de los edemas y algunas producen diarrea.
Desde la muerte repentina hasta la diarrea crónica
La colienterotoxemia muestra diferentes cuadros clínicos en lechones o en adultos, desde el caso de muerte repentina en la enfermedad de los edemas, con una evolución de pocas horas o durante más días con síntomas nerviosos, hasta aparecer una colienteritis crónica.
Afecta incluso a la mayoría de los mejores lechones
Enferman, la mayoría de las veces, hasta el 50% de los mejores lechones de una camada o de un grupo en cuestión de pocos días y en breves intervalos. La mortalidad está entre el 50 y el 70%. Excepcionalmente, también pueden enfermar de colienterotoxemia los lechones lactantes y los de engorde. Pocas horas antes de la muerte se observan frecuentemente todos los aspectos de una fallo circulatorio y estando todas las víceras y miembros azulados, cianúticos.
La colienterotoxemia puede confundirse con la peste porcina y la enfermedad de Auzezsky.
Tratamiento
En el caso del shock cualquier tratamiento suele llegar demasiado tarde. El tratamiento de la enfermedad de los edemas tiene poco éxito en la mayoría de los casos. Casi nunca se consigue curar los edemas de os animales con graves trastornos cardiovasculares y mitigar las alteraciones del sistema nervioso central. Esencial es el tratamiento de animales que aun no aparecen enfermos de una camada o grupo:
- Todos los animales habrán de ayunar por espacio de 48 hs. Si no hay bebederos automáticos, debe cambiarse el agua más a menudo.
- Si es posible, deben suministrarse medicamentos eficaces contra los colibacilos, que puedan diluirse en agua. En bebederos automáticos, si fuera preciso en un recipiente provisional o, si no, repartidos en dos días, en el comedero.
- La medicación a través del agua puede sustituirse por varias inyecciones dos veces al día durante dos días.
- En lechones, tras 48 horas en ayuno, reanudar la administración racionada de alimento con el correspondiente medicamento. Los medicamentos eficaces contra colibacilos son obligatorios con receta. Se trata de preparados que contienen: estrptomicina, polimixina, cloranfenicol, furazolidona, colistina, canamicina, neomicina, amoxicilina, gentamicina, sulfamida y trimetoprim.
Ya que los colibacilos desarrollan rápidamente resistencia a los medicamentos, debe realizarse el test de resistencia.
Prevenciones
Los cambios de alimentación cambian la composición de las bacterias intestinales y, en consecuencia, puede aparecer una colienterotoxemia. Por eso, los cambios importantes de alimentación deben efectuarse de forma gradual.
En una explotación de lechones: el paso del régimen de iniciación al régimen de engorde se efectuará algún tiempo antes del destete, de forma que se incorporen cantidades paulatinamente crecientes de alimento de engorde al alimento de iniciación. Conviene examinar regularmente el agua potable para descubrir la presencia de E. coli. Conviene que los lechones sigan en las celdas de parto después de su destete hasta su venta o traslado al alojamiento de engorde.
En la fase de engorde: la prevención es más difícil. Cuando los lechones tienen una o más fases, los lechones a tratar en primer lugar deben alimentarse con la misma comida que en la fase de engorde. Por si los lechones de engorde tienen el mismo origen, en todo caso se indica el alimento medicado. Esta alimentación por medicamentos es de lechones de recría y de engorde, cuyos componentes medicinales son para prevenir la colienterotoxemia. De esto deben darse 15 kg. por lechón.
Fuente: Razas Porcinas.