La mordedura de colas en cerdos ¿cuál es su origen?

La mordedura de colas no es solo un problema de bienestar animal sino también un problema económico, ya que conlleva una reducción del crecimiento de los cerdos, gastos de tratamiento y un incremento de los saldos y de los decomisos de las canales.

La mordedura de colas tiene un origen multifactorial y se caracteriza por tener una aparición esporádica, lo que hace difícil su predicción y la comprensión de sus causas. Hoy en día, más de dos tercios de las granjas de cerdos de engorde sufren este problema .

Principales tipos de mordeduras de colas

La mordedura de colas se describe como cualquier manipulación oral de la cola que provoca una lesión. Se considera una conducta “anormal”, ya que se ha descrito raras veces en condiciones extensivas o semi-naturales.

Recientemente se han descrito tres categorías principales de mordedura de colas, cada una con una motivación diferente.

El primer tipo de mordedura de colas, conocido como “mordedura en dos etapas” se refiere a un comportamiento exploratorio redirigido. Durante la primera etapa previa a la lesión, un cerdo explora la cola de otro sin causarle ningún daño. Esta etapa se considera una extensión normal de la conducta exploratoria de búsqueda de alimento. En la segunda etapa, por el contrario, hay lesiones en la piel que a menudo son sangrantes y el problema empeora porque la sangre atrae el interés de otros cerdos. Este tipo de mordedura de colas no tiene una motivación agresiva.

En el segundo tipo de mordedura de colas, conocida por mordedura “repentina y fuerte“, un cerdo muerde la cola de otro con fuerza sin que haya un período previo de manipulación. Este tipo de mordedura suele ocurrir cuando los cerdos tienen que competir para acceder a un recurso importante, como por ejemplo el alimento. La mordedura de colas “repentina y fuerte” es en cierto modo parecida a las mordeduras de vulvas que se producen en grupos de cerdas como consecuencia de una agresividad causada por la frustración.

Un tercer tipo de mordedura de colas se describe como “mordedura obsesiva“. En este caso, los cerdos muerden las colas de manera obsesiva, dedicando mucho más tiempo a esta conducta que en los otros dos casos. Este comportamiento anormal podría ser comparable a una estereotipia. Los animales que hayan tenido una deficiencia en el crecimiento durante el periodo previo al engorde (y que suelen ser cerdos más pequeños) tienen más predisposición a ser mordedores obsesivos.

En cuanto a los animales mordidos, por lo general son individuos menos reactivos y que presentan dolor o alguna enfermedad.

Las heridas sangrantes atraen el interés de los demás cerdos, lo que perpetúa y agrava el problema. La velocidad y la severidad del brote dependen, entre otras cosas, del grado de atracción que los cerdos tengan por la sangre, de la dieta, y de la intervención del ganadero.

Principales factores implicados en la incidencia de mordedura de colas

Aunque las causas de la mordedura de colas son difíciles de identificar, se han descrito varios factores de riesgo.

Principales factores de riesgo de las mordeduras de colas

  • Falta de material de enriquecimiento y suelos de cemento.
  • Mala ventilación – fluctuaciones importantes temperaturas -Concentración de amoníaco elevada.
  • Densidades altas y grupos grandes.
  • Problemas gastrointestinales.
  • Salud inadecuada.
  • Dieta subóptima o desequilibrada.
  • Factores individuales (edad, genética).

Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, el factor de riesgo más importante es la falta de paja u otro tipo de enriquecimiento ambiental.

Las condiciones que aumentan la competencia y la frustración entre los cerdos potencian la aparición de mordedura de colas “repentinas y fuertes”. Por ejemplo, la competencia por el alimento o el agua incrementan la frustración de algunos animales. La falta de comida o un retraso en la distribución del pienso pueden causar frustración y aumentar la sensación de hambre. El suministro de alimento de forma impredecible (es decir, a horas distintas) también puede actuar como un factor de estrés. El número de espacios por comedero y el manejo de la alimentación también pueden aumentar la frustración y la competencia entre los animales y, por lo tanto, incrementar el riesgo de mordedura de colas.

El estrés incrementa la actividad de los animales y su irritabilidad, y puede contribuir a la aparición de un problema de mordedura de colas. Entre los principales factores de estrés que se han identificado como factores de riego para la mordedura de colas destacan una temperatura efectiva inadecuada y los problemas de ventilación. Asimismo, se ha descrito una incidencia más elevada de mordedura de colas en lotes con un estado sanitario inadecuado, posiblemente debido a que los cerdos enfermos no responden tanto como los sanos cuando son mordidos. El dolor crónico es también una causa importante de incomodidad y de estrés.

También es importante evitar las úlceras gástricas y otros trastornos gastrointestinales. Varios factores, incluyendo la textura y el tamaño de las partículas de los alimentos (<0,5 mm), así como la falta de fibra en la dieta, aumentan el riesgo de úlceras gástricas. Esto, a su vez, aumentará la motivación de los cerdos para masticar y el riesgo de que aparezca un problema de mordedura de colas.

Una dieta inadecuada potencia la conducta de búsqueda de alimento y por lo tanto el riesgo de mordedura de colas “en dos etapas”. Los desequilibrios en la composición de aminoácidos de la dieta se han relacionado con las mordeduras de colas y tanto los déficits como los excesos de proteína pueden contribuir a la aparición del problema. Por último, la falta de sal y los niveles bajos de triptófano en la dieta aumentan la atracción de los cerdos por la sangre, agravando así los problemas de mordedura de colas.

Finalmente, la genética de los animales tiene también un efecto sobre la mordedura de colas y se han descrito diferencias entre líneas genéticas en la incidencia de este problema.

Prevención – Material de enriquecimiento

Varios estudios han demostrado que los corrales con un material de enriquecimiento adecuado presentan niveles de mordedura de colas más bajos, especialmente el tipo de mordedura “en dos etapas”.

Se han estudiado objetos tales como las cadenas o los tubos de caucho, así como materiales para hozar como la paja, el compost de champiñón o el ensilaje de maíz. Los cerdos prefieren los objetos que son comestibles, masticables y destructibles, y pasan mucho más tiempo manipulando la paja que un juguete colgante. La paja u otros materiales que estimulen la conducta de hozar parecen reducir la incidencia de mordedura de colas de manera más eficaz que otros tipos de enriquecimiento como los juguetes, las cuerdas o las cadenas. Sin embargo, los cerdos pierden rápidamente el interés en todos los objetos nuevos, independientemente de sus características físicas. Para ser eficaz, un material de enriquecimiento debe ser limpio y renovarse con frecuencia. Cuando un determinado material de enriquecimiento, como el forraje, por ejemplo, no puede ser proporcionado directamente en el suelo del corral, podría ser proporcionado a través de dispensadores.

Desde enero de 2003, es obligatorio en la Unión Europea proporcionar material de enriquecimiento adecuado a los cerdos de todas las edades. Sin embargo, la Directiva deja un amplio margen de interpretación, ya que no queda claro lo que significa, por ejemplo, “manipulación apropiada del material de enriquecimiento”.

Prevención –  Estrategias de manejo

La mordedura de colas, sobre todo la forma “repentina y fuerte”, también debe prevenirse identificando y evitando situaciones que causen competencia entre los cerdos, así como las situaciones que dan lugar a frustración e incomodidad. Hay varios factores que pueden afectar la competición por los recursos, incluyendo la disponibilidad de alimento, de agua o de zonas de descanso.

Control – El corte de colas

De acuerdo con la legislación europea, el corte de colas sólo está permitido bajo prescripción veterinaria cuando la mordedura de colas sigue siendo un problema en la granja y después que se hayan tomado todas las medidas preventivas necesarias. Sin embargo, el corte de colas todavía se sigue considerando un procedimiento rutinario para la prevención de la mordedura de colas en explotaciones intensivas.

El corte de colas tiende a reducir la incidencia de colas mordidas en condiciones experimentales controladas, pero no elimina el comportamiento anormal. Se piensa que la regeneración de los nervios en el muñón de la cola después de la amputación genera hipersensibilidad y los cerdos con las colas cortadas reaccionan más cuando otros cerdos intentan morderlos . El corte de colas es adecuado para tratar los síntomas de la conducta de morder las colas, pero no resuelve de ninguna manera las causas de este comportamiento anormal. El corte de colas hace que la víctima tenga menos probabilidades de ser gravemente mordida, pero los mordedores de colas siguen teniendo la motivación subyacente para morder y por lo tanto pueden redirigir su comportamiento hacia otras partes del cuerpo de otros cerdos.

Varios parámetros de comportamiento, tales como la intranquilidad, golpear el suelo con las patas, girar la cabeza, el tiempo en que el animal permanece en posturas anormales y las vocalizaciones, indican que el corte de colas provoca dolor agudo. Además, se han encontrado neuromas en el muñón de las colas cortadas. Los neuromas son haces de fibras nerviosas que se desarrollan después de la amputación y causan un aumento de la sensibilidad al dolor.

“La mordedura de colas debe prevenirse proporcionando un sustrato manipulable que permita la conducta exploratoria y mejorando el acceso a los recursos valiosos”

Resumen

La mordedura de colas representa un gran desafío para el sector porcino. Es un problema multifactorial con varias motivaciones subyacentes. La prevención de la mordedura de colas debería basarse en proporcionar a los cerdos material de enriquecimiento adecuado y evitar las situaciones que causan competencia, frustración o estrés. El corte de colas no garantiza la prevención de un brote de mordedura de colas y sólo debe considerarse una medida temporal mientras se están realiza los cambios ambientales necesarios.

Referencias

EFSA  2007  Scientific report on the risks associated with tail biting in pigs and possible means to reduce the need for tail docking considering the different housing and husbandry systems. The EFSA Journal, 611:1-13.
Schrøder-Petersen DL, Simonsen HB. Tail biting in pigs. The Veterinary Journal 2001, 162: 196-210.
Smulders D, Hautekiet V, Verbeke G, Geers R. Tail and ear biting lesions in pigs: an epidemiological study. Animal Welfare 2008, 17: 61-69.
Taylor NR, Main DCJ, Mendl M, Edwards SA. Tail-biting: A new perspective. The Veterinary Journal 2010,186: 137-147.

Fuente: FAWEC (Farm Animal Welfare Education Centre) & Razas Porcinas.


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