Poco antes de que los estadounidenses dispararon sus parrillas para el Día de la Independencia, los investigadores anunciaron que los trabajadores agrícolas industriales han sido contaminados con “Methicillin-resistant Staphylococcus aureus (PIG MRSA)”, una bacteria resistente a los antibióticos que se encuentra cada vez más en los cerdos estadounidenses.
Según un nuevo estudio, los trabajadores de las granjas porcinas que utilizan los antibióticos son mucho más propensos a contraer las bacterias resistentes a los medicamentos de los cerdos que los trabajadores en las operaciones libres de antibióticos.
Este hallazgo pone un hueco enorme en el argumento del uso de antibióticos en la industria de la carne en animales es perfectamente seguro. Granjas industriales convencionales dan dosis de antibióticos regularmente a su ganado, independientemente de si están enfermos. Más del 70 por ciento de todos los antibióticos que se venden en los EE.UU. va a cerdos, vacas, pollos, pavos y otros animales de carne.
Como resultado, las superbacterias resistentes a los medicamentos están en aumento, a principios de este año, la FDA determinó que más de la mitad de la carne en los EE.UU. contiene las cepas resistentes a los antibióticos de bacterias como la salmonella y Campylobacteron.
Pero el nuevo estudio, que se centró en las granjas porcinas del norte Carolinian, hace que el primer vínculo claro entre la propagación y la exposición a los animales sea un bombeado completo de antibióticos contra las bacterias. Los trabajadores agrícolas no sólo son en sí mismos el riesgo, pero dan a los insectos una manera conveniente de escapar de la granja y de extenderse a más seres humanos.
Los investigadores señalan que este error en particular, MRSA, “es una causa importante de morbilidad y mortalidad en los Estados Unidos y en el mundo.” Pig MRSA fue estudiado porque tiene una firma genética que permitió a los científicos rastrear su paso de animales a humanos. Es probable que otros insectos resistentes a los medicamentos se distribuyan de la misma manera.
A pesar de la evidencia de montaje contra el uso de antibióticos en el ganado, la FDA hasta el momento se ha reducido significativamente para regular la industria de la carne, en lugar de confiar en las directrices voluntarias que son ignoradas en gran medida por las mayores operaciones de carne.
Mientras que la mayoría de países europeos y asiáticos tienen absoluta prohibición del uso de antibióticos en animales con fines no médicos, los productores de carne estadounidenses ni siquiera tienen la obligación de informar los tipos o cantidades de los medicamentos que utilizan en los animales.
Sin embargo, ahora que los investigadores han relacionado directamente el consumo de drogas en las granjas a los insectos resistentes a los medicamentos en los seres humanos, puede ser más difícil para los reguladores de ignorar la inminente crisis de salud pública que plantea esta práctica.
Fuente: Razas Porcinas.
