La enfermedad vesicular del cerdo o EVC por Picornavirus
La enfermedad vesicular del cerdo (EVC) es una enfermedad contagiosa de los porcinos causada por un Picornavirus, genero enterovirus, que origina unos síntomas clínicamente indistinguibles de la F. Aftosa en cerdos, razón por la cual está clasificada como enfermedad de declaración obligatoria.
Presenta una morbilidad variable y cursa de forma generalmente leve, pudiendo pasar desapercibida, siendo su mortalidad muy baja o nula. Solo en sus formas agudas puede en ocasiones originar pérdidas en la producción.
Epitelio desprendido tras la formación de las vesículas en la zona plantar. EVC experimental. ®
Pertenece al grupo de las enfermedades vesiculares donde se incluyen además de la Fiebre Aftosa (FA), la Estomatitis vesicular (EV) y el Exantema vesicular del cerdo (ExVC). Estas enfermedades se caracterizan por la por la formación de vesículas y erosiones en distintos tejidos.
En la EVC el cuadro vesicular se produce principalmente en rodete coronario y espacios interdigitales, en la mucosa bucal y nasal, hocico, y en ocasiones en pezones.
Vesículas en el epitelio del hocico. EVC experimental. ®
Se ha descrito un único serotipo de VEVC. Estudios filogenéticos parecen confirmar que el VEVC tiene su origen en el virus Coxsackie B humano.
Por su similitud con la F.Aftosa, la EVC está clasificada en la Lista A de la Oficina Internacional de Epizootías (OIE).
Epidemiología
La enfermedad se describió por primera vez en 1966, en cerdos infectados de la región de Lombardía, Italia, siendo en un principio considerada como Fiebre Aftosa por las lesiones que presentaban los cerdos. En 1971, se identificó en Hong Kong, y un año más tarde en Inglaterra desde donde se propagó a otras regiones del Reino Unido. En esa década también afectó a distintos países europeos como Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Grecia, Holanda, Malta, Polonia, Suiza y Ucrania, y en el este asiático, a Japón.
En las siguientes décadas numerosos países europeos y asiáticos sufrieron nuevos brotes de la enfermedad. En 1993 se produjo una nueva onda epizoótica en Europa afectando a importantes países productores como España, Holanda, Italia y Portugal. En la actualidad el único país afectado según informaciones de la Oficina Internacional de Epizootías (OIE), es Italia (2002).
Paises que han declarado presencia de Enfermedad vesicular porcina.
No ha sido nunca declarada en EE.UU ni en Australia.
Los suinos y el hombre son las únicas especies susceptibles a la infección natural con virus de la EVC. Mediante infección experimental, se logra la infección de ovejas y ratones.
Virus | Especies | Vías de Transmisión |
EVC | Cerdos, humanos. | Contacto, alimentos contaminados, fomites. |
F. Aftosa | Cerdos, bovinos, ovinos, caprinos, especies silvestres. | Aerógena, contacto, alimentos contaminados, fomites. |
ExVC | Cerdo y especies marinas. | Contacto, alimentos contaminados y fomites. |
EV | Cerdo, equinos, bovinos , humanos , algunas especies domésticas y silvestres. | Por contacto, y picadura de insecto. |
Etiología
Los viriones de EVC son de pequeño tamaño (28-30 nm), esféricos, de simetría icosaédrica y sin envoltura, en cuyo interior se encuentra una molécula de ARN.
Micrografía electrónica de Picornavirus, género enterovirus.
Propiedades de las particulas virales
- Tamaño de la partícula viral: 28-30 nm
- Masa molecular: 8-9 x106
- Coeficiente de sedimentación: 140-165 S
- Densidad en CsCl: 1,33-1,45 g/ml en ClCs,
- Genoma: Molécula de ARN de banda simple y polaridad positiva, de 7400 nucleótidos
Como en otros picornavirus se han descrito 4 proteínas estructurales, VP1, VP2 , VP3 (parcialmente expuestas en la superficie del virión) y VP4, (localizada en el interior de la partícula). La cápside está compuesta por 60 copias de cada una las 4 proteínas estructurales ocapsómeros. Durante el ensamblaje, 12 pentámeros, cada uno formado por 5 subunidades se asocian a la molécula de ARN para formar el virión.
Las proteínas estructurales VP1, VP2 y VP3 exhiben distintos sitios antigénicos y están implicadas en la inducción de anticuerpos neutralizantes. Además, una serie de proteínas de infección codificadas por el virus, con actividad proteasa y replicasa, participan en la formación de las nuevas partículas.
Se ha descrito un único serotipo de EVC. En función a la reactividad de distintos aislados virales de EVC frente a un panel de anticuerpos monoclonales, se han establecido 4 grupos antigénicos distintos.
Las partículas virales contienen una molécula de ARN, de cadena sencilla y polaridad positiva, y por tanto infecciosa, que actúa como molde para la replicación del genoma viral. Este ARN funciona como ARN mensajero para la traducción de las proteínas virales. En su extremo 5´posee una región no codificante (NCR), seguido de una única fase de lectura abierta, que codifica para una poliproteína, que es procesada por proteasas virales en el citoplasma de las células infectadas dando lugar a las proteínas virales maduras. En su extremo 3´existe una pequeña región NCR seguida de un segmento de adeninas codificado por el virus y de longitud variable, denominado poliA. El genoma lleva unido covalentemente una proteína de pequeño tamaño (VPg) en su extremo 5´.
El ARN ha sido secuenciado en su totalidad, y presenta una longitud de 7400 nucleótidos, excluyendo la región poliA.
El VEVC está estrechamente relacionado con los enterovirus humanos Coxsackie, y en particular con el Coxsackie B-5, del cual se considera proviene evolutivamente.
ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LAS ENFERMEDADES VESICULARES | |||||
Enfermedad | Primera descripción | Identificación del agente | Familia / género | Genoma | Serotipos |
EVC | 1966 | 1968 | Picornaviridae / enterovirus | ARN bs + | 1, relacionado con coxsackie B-5 |
1546 | 1898 | Picornaviridae / aftovirus | ARN bs + | 7, y numerosos subtipos | |
1932 | 1934 | Caliciviridae / calicivirus | ARN bs + | 13 y hasta 13 más contando con LMSM | |
1916 | 1927 | Rabdoviridae / vesiculovirus | ARN bs – | 2, Indiana y New Yersey | |
EVC (Enfermedad vesicular del cerdo); F. Aftosa (Fiebre Aftosa); ExVC (Exantema vesicular del cerdo); EV (Estomatitis vesicular ); LMSM (León marino de San Miguel). bs +: banda simple polaridad positiva bs –: banda simple polaridad negativa |
Una característica común de los enterovirus es su estabilidad en medio ácido, propiedad que le diferencia de los aftovirus (F. Aftosa). El VEVC es altamente estable y viable en el medio ambiente natural.
Algunas características Fisico-Químicas del VEVC
- Muy resistente a los factores ambientales.
- Muy resistente a la inactivación y a los desinfectantes empleados habitualmente.
- Resistente a los solventes lipídicos.
- Permanece viable durante meses en las canales y heces.
- Estable en rangos de pH de 3 – 12, dependiendo de la temperatura y del tiempo de exposición.
- Los viriones no son sensibles a cloroformo, ether y detergentes no-iónicos.
- El hidróxido sódico al 2%, el formol al 10% y el alcohol al 70% lo inactivan.
- Se destruye por calor a 69°C.
Siendo un enterovirus, el VEVC no muestra reacciones cruzadas en ensayos de neutralización con los enterovirus porcinos más conocidos. Sin embargo, presenta reactividad cruzada con el enterovirus humano Coxsackie B-5.
Patogenia y Transmisión
La Enfermedad vesicular del cerdo es una enfermedad infecciosa exclusiva del ganado porcino en condiciones naturales, aunque ocasionalmente también puede infectar al hombre.
Las cepas del virus de la EVC tienen una virulencia variable, y esto condiciona la presentación de la enfermedad, que puede ser subclínica, moderada ó grave. Esta última forma sólo aparece cuando la cepa es virulenta, en cerdos jóvenes, y se agrava si los cerdos están confinados en suelos muy abrasivos y en condiciones higiénicas deficientes.
La ruta de infección natural es la digestiva, por ingestión de alimentos contaminados o heces; por contacto directo a través de la piel o mucosas erosionadas se transmite con mucha eficacia.
El virus inicia la replicación en el lugar de entrada y por vía linfática alcanza la corriente circulatoria, desde donde se distribuye por todo el organismo. Antes de la aparición de los primeros síntomas, el VEVC se encuentra en las secreciones y excreciones corporales. Tras la aparición de las vesículas, se puede recuperar el virus con título más alto del líquido y del epitelio de las mismas.
Patogenia de la Enfermedad Vesicular del Cerdo (EVC)
El período de incubación se prolonga entre los días 2º y 11º postcontacto, dependiendo de la ruta de infección, pero normalmente transcurre entre el 2º y el 7º día. El pico de la viremia aparece entre el 2º y 4º día postinfección. El virus persiste durante al menos 7 días en los tejidos del hocico, lengua, rodetes coronarios, tonsilas, músculo cardíaco y sistema nervioso central y, aunque experimentalmente se ha hallado que en heces y tonsila la recuperación del virus puede llegar más allá de los 100 días postinfección, normalmente no hay persistencia del virus en tejidos transcurridos 28 días.
En las infecciones experimentales: La infección se puede llevar a cabo por vía parenteral, tanto intradérmica como endovenosa. La vía parenteral es una vía de infección más rápida que la digestiva. Por vía intradérmica, el período de incubación es de 2 a 4 días, apareciendo en el punto de inoculación una vesícula primaria, y una generalización de las lesiones entre los días 5º y 6º. Si la infección de realiza por vía endovenosa, las lesiones de generalización aparecen en 24-48 horas de la inoculación.
El virus de la EVC es epiteliotropo, las células afectadas por la infección son las epiteliales y las dendríticas de la dermis, siendo el lugar de replicación primaria el epitelio escamoso estratificado de piel y mucosas.
Estudios experimentales han demostrado que el virus puede persistir más de 2 meses de forma intermitente en cerdos infectados sin clínica aparente, en heces, secreciones y tonsilas, poniendo de manifiesto el estado de portador en esta enfermedad.
Transimisión
La EVC se difunde principalmente por contacto directo de cerdos sanos con enfermos, y con sus excreciones y secreciones. La contaminación fecal, heces y orina, y la ingestión de alimentos contaminados son las principales fuentes de infección.
A diferencia de la Fiebre aftosa, la transmisión aerógena juega un papel muy poco relevante en la EVC, razón por la cual se ha podido observar que la enfermedad suele quedar limitada a ciertas zonas de la explotación cuando las diferentes naves no comparten sistemas de drenaje abiertos, no existen frecuentes movimientos de cerdos entre cochiqueras y mantienen manejos independientes en los locales sanos e infectados.
Vías más Frecuentes de Infección del VEVC
- El contacto directo entre cerdos enfermos y sanos, con sus excreciones y secreciones (principalmente la contaminación fecal).
- La ingestión de alimentos contaminados.
- Heridas y erosiones de la piel.
- Fomites.
Entre explotaciones, las vías de transmisión más importantes son el movimiento de cerdos, el transporte contaminado, la falta de medidas de bioseguridad y las ferias y reuniones de ganado por contacto entre cerdos sanos con infectados sin clínica aparente
La extraordinaria estabilidad del virus fuera del huésped es la causa de que los contactos indirectos como los vehículos de transporte, y los alimentos contaminados jueguen un papel fundamental en la epizootiología de la enfermedad.
Debido a esta resistencia en el medio ambiente, especialmente en presencia de materia orgánica, resulta de gran importancia realizar una profunda limpieza y desinfección de las explotaciones afectadas, con objeto de garantizar que los nuevos cerdos introducidos durante la repoblación no vuelvan a infectarse.
En productos elaborados como jamón y paletilla de ibérico y lomo el período de supervivencia del VEVC es inferior al período establecido para la curación comercial de cada producto. En tripas y en salamis ahumados secos, preparados con carne de cerdos infectados experimentalmente, el virus persiste por mayor tiempo.
Inactivación del VECV en productos porcinos | ||
Tiempo (días) de: | ||
Inactivación del VEVC | Curación comercial | |
Paletilla ibérica | 112 | 240-420 días |
Lomo ibérico | 28 | 90-130 días |
Síntomas y Lesiones
Los síntomas clínicos de todas las enfermedades vesiculares son similares y no pueden diferenciarse entre sí en condiciones de campo, por lo que siempre hay que recurrir al diagnóstico diferencial en el laboratorio.
Cualquier brote de enfermedad vesicular en cerdos debe hacer sospechar de Fiebre aftosa hasta que el laboratorio confirme de qué enfermedad se trata.
Vesículas rotas en proceso de cicatrización en el hocico. EVC experimental.
Síntomas Iniciales
- Fiebre durante los 2-5 primeros días de la infección hasta 40,5º C o más.
- Inapetencia y postración.
- Claudicaciones de aparición brusca en la explotación.
- Marcha vacilante y dorso arqueado.
La aparición de la fiebre, que suele durar hasta 5 días, coincide con la viremia y el desarrollo de las lesiones cutáneas vesiculares. Las primeras lesiones aparecen generalmente en el rodete coronario y después en las otras localizaciones. Si las condiciones de estabulación no son buenas y el piso de la granja es muy abrasivo, la gravedad de las erosiones aumenta, en extensión y en tiempo de recuperación.
Extracción del líquido vesicular, de aspecto serosanguinolento.
Tras el período de incubación de generalmente 3 a 7 días, los cerdos pueden manifestar o no síntomas. A veces, el primer síntoma en la explotación es la aparición repentina de claudicaciones coincidiendo con el brote de las lesiones, que son muy dolorosas, con postración y pérdida total del apetito debido a la dificultad para masticar y deglutir. Estos síntomas sólo se producen en los casos graves, ya que la EVC generalmente es subclínica. Debido a las lesiones en la cavidad oral, los cerdos manifiestan movimientos de lengüeteo y sialorrea.
Aunque no está descrita la infección de los fetos, las hembras pueden abortar debido a la fiebre, como sucede en otras infecciones víricas.
Si los cerdos enfermos son muy jóvenes, es más probable que sufran necrosis de miocardio (en un 50-100% de los casos) que los adultos, y pueden morir repentinamente.
Las vesículas aparecen a partir de las 48 horas de la exposición al virus, y tienen un tamaño variable de menores de 1cm a 3-5 cm en su diámetro más largo.
Desprendimiento del epitelio tras la formación de la vesícula, con exposición de la dermis, con aspecto rojizo y húmedo. Tarso. EVC experimental. ®
La localización característica de las vesículas en los rodetes coronarios, los espacios interdigitales, los tejidos blandos próximos a la pezuña y la zona plantar de las cuatro extremidades, el hocico, la cavidad oral (paladar blando y duro, labios y lengua) y las mamas en períodos de lactación, obedece a que son zonas que soportan presiones físicas y abrasiones por rozamiento.
Si otras zonas del cuerpo se someten a ese daño, también se desarrollarían vesículas en ellas. Si no existen infecciones bacterianas secundarias los cerdos se recuperan en 15-20 días.
Según las últimas apariciones de la enfermedad, la presentación subclínica es la más frecuente.
Lesiones
Las lesiones macroscópicas se producen en la piel y en la mucosa oral, y afectan al epitelio escamoso estratificado.
Vesículas en formación en los espacios interdigitales. EVC experimental.
Las zonas del epitelio afectado aparecen tumefactas, de un color más pálido en cuyo interior progresivamente se va acumulando un líquido seroso amarillento o incoloro formando las vesículas. El epitelio se va separando progresivamente del estrato basal, y las pequeñas vesículas van confluyendo hasta formar grandes aftas, que entre las 6 y 24 horas de su aparición se rompen, dejando en su lugar unas zonas erosionadas de color rojo y desprovistas de epitelio, aunque con flecos de piel alrededor. En ocasiones, el líquido vesicular se filtra a través de la capa córnea antes de que se forme una vesícula verdadera.
Las lesiones macroscópicas tienen las mismas características en todas las localizaciones, aunque la probabilidad de infección bacteriana es mayor y más grave en las extremidades.
Las lesiones del corazón se manifiestan como zonas de extensión variable, generalmente fusiformes o puntiformes, de color amarillento, en el miocardio y en el endocardio de los cerdos jóvenes, correspondiendo a una reacción inflamatoria y necrosis del miocardio y del endocardio. Estas lesiones son similares a las producidas en la Fiebre aftosa (“corazón atigrado” cuando son muy extensas), pero de hallazgo poco frecuente en EVC. También se puede producir una meningoencefalitis no purulenta en el cerebro, tálamo, tronco cerebral y lóbulos olfatorios.
Microscópicamente, las lesiones coinciden con las de la Fiebre aftosa y las del Exantema vesicular, y todas ellas se diferencian de las de la Estomatitis vesicular. Las lesiones comienzan en el estrato espinoso, donde la infección origina una degeneración hidrópica y un edema intercelular. Las células epiteliales adoptan la forma esférica, a medida que el epitelio se expande, y se van rompiendo, formando microvesículas en el interior de las cuales se va acumulando líquido y en las que flotan células epiteliales desprendidas, bien aisladas ó en racimos.
Microvesículas formadas y confluentes. Degeneración hidrópica de las células epiteliales, con aspecto eosinofílico y redondeado y desprendidas en el interior de la vesícula. Epitelio escamoso estratificado, extremidad anterior. H-E. x 250.
Poco a poco, las microvesículas confluyen formando vesículas mayores, que al romperse hacia el exterior, pueden sufrir una infección bacteriana, hallándose por lo tanto en la lesión abundancia de neutrófilos y macrófagos. El estrato basal permanece intacto.
Vesícula con células epiteliales con degeneración hidrópica e infiltrado inflamatorio abundante formado por neutrófilos y macrófagos, coincidente con una infección bacteriana secundaria. H-E x 400. ®
Diagnóstico Clínico Diferencial
La Enfermedad Vesicular del Cerdo (EVC) cursa con un cuadro clínico que la hace indistinguible de otras enfermedades vesiculares, como la Fiebre Aftosa (FA) Estomatitis vesicular (EV) y el Exantema vesicular del Cerdo (ExVC).
Todas estas enfermedades se caracterizan por producir un cuadro clínico con vesículas localizadas en los epitelios de la boca, hocico, extremidades y pezones de varias especies animales, no resultando posible diferenciarlas en campo cuando sólo se encuentra afectada la especie porcina, por lo que un diagnóstico de una enfermedad vesicular debe llevarse a cabo en todo caso mediante pruebas laboratoriales, y cualquier brote de enfermedad vesicular debe ser considerada a priori como FA hasta que se demuestre la existencia de cualquier otro agente etiológico.
La FA está considerada como la enfermedad infecciosa más importante en la Sanidad Animal, estando catalogada en el primer lugar de la Lista A de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE). Debido a la imposibilidad clínica de diferenciar entre las enfermedades vesiculares la EVC y la EV también se han incluido dentro de la Lista A de la OIE, aunque no cursen generalmente con cuadros clínicos graves. Por esta razón su presencia origina pérdidas económicas elevadas ya que su declaración implica el cese de actividades comerciales en la región afectada.
Diagnóstico de Laboratorio
El diagnóstico de laboratorio permite la obtención de resultados rápidos que descarten la existencia de FA y la adopción de las medidas de control y erradicación adecuadas que impidan la diseminación de la enfermedad.
Las pruebas de laboratorio se basan en la detección del virus y de los anticuerpos específicos desarrollados por el cerdo durante la infección. En caso de detectarse el virus se procederá posteriormente a la caracterización de la cepa causante del brote.
Los anticuerpos anti-EVCV comienzan a ser detectados por técnicas rutinarias de laboratorio a partir de 4 a 7 días post-infección y persisten varios meses.
I. Toma y envío de muestras:
Para establecer un diagnóstico correcto de la enfermedad es necesario enviar al Laboratorio de Referencia las muestras en condiciones adecuadas para permitir la conservación del virus.
En el caso de la EVC las muestras de elección son las siguientes:
- Vesículas: epitelio de aftas y líquido de vesículas de los cerdos sospechosos.
- Sangre.
- Suero.
- Hisopos faríngeos y nasales.
- Tejidos.
- Heces.
Estas muestras han de ser recogidas de forma estéril y debe tenerse mucha precaución para que las mismas no entren en contacto con ningún desinfectante que pudiera producir una inactivación viral. Teniendo en cuenta que se trata de muestras sospechosas de contener virus de FA y la labilidad de dicho virus a los cambios de pH, las muestras de epitelios y líquido vesicular se deberán remitir incluidas en un medio de transporte con capacidad tampón que garantice la estabilidad del pH entre 7,2 y 7,6. Además se enviarán refrigeradas o en hielo seco, evitando que el CO2 penetre en los frascos, ya que destruye el virus.
Debido al riesgo biológico que supone el manejo de estas muestras, el envío de las mismas al laboratorio deberá realizarse en adecuadas condiciones de bioseguridad.
II. Técnicas para la detección e identificación del virus/antígeno:
Aislamiento viral
Suspensiones de muestras de campo (vesículas, fluidos de vesículas, tejidos, hisopos o heces) sospechosas de contener VEVC deben ser clarificadas e inoculadas en cultivos celulares. Se pueden utilizar líneas celulares establecidas como IBRS-2, PK-15 o ST, o cultivos primarios de células de riñón de cerdo, donde el virus produce un efecto citopático (ECP) en las células infectadas en 48-72 horas.
Efecto citopático en cultivo celular IBRS-2 infectado con virus de EVC (24 horas opst-infección).
En caso de no apreciarse ECP se deberán dar hasta un total de 3 pases ciegos antes de poder darse un resultado negativo definitivo.
Los sobrenadantes obtenidos de los cultivos que muestren ECP se deberán examinar posteriormente mediante ELISA de captura de Antígeno o RT-PCR para confirmar la presencia del VEVC en las muestras. Los virus causantes de las distintas enfermedades vesiculares tienen diferente capacidad de replicación y producción de ECP en según la línea celular empleada, tal y como se observa en la siguiente tabla:
FA | EV | EVC | |
IBRS-2 | + | + | + |
BHK-21 | + | + | – |
VERO | – | + | – |
+: producción de ECP -: no sensible a la infección |
En aquellos laboratorios en los que no se dispone de cultivos celulares se puede realizar la amplificación del virus mediante la inoculación intracraneal o intraperitoneal de ratones lactantes de menos de 3 días de edad. Si la muestra es infecciosa aparecen signos nerviosos en los cerdos con parálisis y muerte de los ratones en 3-4 días post-infección. Para confirmar la presencia del VEVC se realizará un homogeneizado del cerebro y músculo esquelético de los ratones muertos y se analizará mediante ELISA de captura de Antígeno o RT-PCR.
Las muestras recogidas y enviadas al laboratorio para la realización del diagnóstico han de ser de gran calidad y haber sido enviadas en condiciones óptimas de conservación, especialmente en cuanto al mantenimiento de un adecuado pH y temperatura. En ocasiones el resultado negativo puede ser debido a una mala calidad de las muestras y no a una ausencia del virus en el cerdo.
Identificación del virus
Para la identificación se emplean técnicas de fijación de complemento (FC) o ELISA de captura de antígeno. La FC es una técnica que actualmente ha sido sustituida en la mayoría de los laboratorios por el ELISA de antígeno, que es más rápido, fácil de realizar, más específico, más sensible y permite el análisis de un mayor número de muestras.
Esquema del ELISA de Captura de antígeno para VEVC.
Los ELISAs utilizados son de tipo sandwich indirecto (ELISA-SI) que poseen una sensibilidad limitada, detectando títulos virales superiores a 104 – 106 DITC50/ml, por lo que las muestras más idóneas son suspensiones de epitelios, de cultivos celulares o de ratones lactantes, no siendo adecuado para el análisis de heces, ya que éstas contienen normalmente una concentración de virus por debajo del límite de detección.
Detección del ácido nucleico viral
Las técnicas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) permiten la detección del virus mediante la amplificación de fragmentos específicos de genoma del VEVC en muestras de fluidos vesiculares, epitelios de aftas, hisopos, suero o sangre completa (con EDTA) y heces, procedentes de cerdos infectados. Este método presenta una sensibilidad y especificidad muy elevada, pudiendo realizar un diagnóstico positivo en muestras de sangre completa obtenidas a partir del 2º día de la infección del cerdo, si bien el periodo de viremia resulta muy corto, durando un máximo de 3 a 5 días.
Esquema de RT-PCR para el diagnóstico de virus ARN.
Mediante estas técnicas moleculares, y concretamente mediante la RT-PCR, es posible identificar específicamente el VEVC utilizando primers, o iniciadores de la reacción, seleccionados de regiones conservadas correspondientes a la proteína estructural VP1.
Se ha desarrollado además una técnica de Inmuno-PCR y una técnica de PCR múltiple. Ésta última se encuentra actualmente en evaluación, y permite la diferenciación específica mediante un único ensayo de las tres principales enfermedades vesiculares: Fiebre Aftosa, Enfermedad Vesicular del Cerdo y Estomatitis Vesicular.
Esquema de PCR múltiple para la detección de virus vesiculares.
El producto amplificado mediante esta técnica se puede secuenciar con objeto de realizar estudios de epidemiología molecular que nos permitan determinar el origen de un virus mediante la elaboración del correspondiente árbol filogenético. Este tipo de estudios también se pueden realizar mediante paneles de AcM que se utilizan como detector en el ELISA-SI, permitiendo caracterizar cepas de virus y crear los correspondientes dendrogramas.
III. Técnicas para la detección de anticuerpos
Dependiendo de la virulencia de la cepa causante del brote la EVC, que con frecuencia cursa sin un cuadro clínico evidente, en numerosas ocasiones se detecta la infección en una explotación debido a la presencia de anticuerpos específicos frente al VEVC, por lo que los análisis serológicos resultan de gran utilidad en los programas de control y erradicación de la enfermedad.
Las técnicas más utilizadas en la actualidad para la detección de anticuerpos específicos de EVC son la Veroneutralización (VN) y las técnicas tipo ELISA: sandwich de bloqueo en fase líquida, Directo de fase líquida, específico de isotipos, etc. Otras técnicas como la Fijación de Completo actualmente se encuentra en desuso.
La VN es una técnica sensible, específica, cuantitativa y que permite la identificación especifica de serotipo. Es la técnica de referencia y está recomendada para la confirmación de sueros positivos o dudosos a ELISA, pues por su laboriosidad y necesidad de utilización de cultivos celulares no permite el estudio sobre un número elevado de muestras. Otros dos inconvenientes añadidos son la necesidad de un mínimo de 2-3 días para la realización de esta técnica, lo que retrasa el diagnóstico, y la necesidad de emplear virus vivo de EVC, lo que implica la necesidad de emplear laboratorios con niveles de bioseguridad elevado debido al riesgo de escape de virus. Detecta cerdos positivos a partir del 4º día post-infección.
El ELISA de bloqueo en fase líquida (ELISA-LPB) es una técnica sensible, específica y cuantitativa. Es la técnica de elección para el estudio de un gran número de muestras. Otras ventajas frente a la VN son su rapidez para obtener un diagnóstico serológico (tan sólo unas horas), su reproducibilidad y su independencia del empleo de cultivos celulares. Detecta cerdos positivos a partir del 4-7º día post-infección.
Esquema del ELISA-LPB para la detección de anticuerpos específicos frente al VEVC.
Además se ha desarrollado un ELISA específico de isotipos IgM e IgG que nos permite conocer aproximadamente cuánto tiempo hace que un cerdo se ha infectado o cuándo se ha introducido el virus en una explotación según la presencia o ausencia de anticuerpos IgM e IgG específicos frente al VEVC.
Sin embargo es muy importante saber interpretar correctamente los resultados, debido a la existencia de posibles reacciones cruzadas y de los llamados Singleton Reactors. La existencia de falsos positivos sin embargo disminuye notablemente cuando se emplean anticuerpos monoclonales en la técnica de ELISA.
Prevención, Profilaxis, Control y Erradicación
Aunque la EVC no suele causar mortalidad en adultos, la imposibilidad de diferenciarla clínicamente con la FA motiva que esté incluida en la Lista A de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE). Como consecuencia de ello las regiones afectadas sufren importantes pérdidas económicas ya que su declaración implica el cese de actividades comerciales.
Medidas para prevenir la entrada de EVC en países libres
- Conocer en todo momento cual es la situación sanitaria a nivel mundial respecto a esta enfermedad, y sobre todo en los países con los que se mantienen relaciones comerciales y terceros países. Evaluación del riesgo de entrada y mantener programas de vigilancia en función del riesgo.
- Implantar normas de importación de cerdos y sus productos acordes con la situación epidemiológica del país exportador.
- Realizar un estricto control de los factores de riesgo, principalmente el movimiento de cerdos y de alimentos.
Control y Erradicación
No existe tratamiento específico para la EVC.
No existen vacunas comerciales. No obstante, se han preparado vacunas inactivadas empleando distintos adyuvantes, que evitan la aparición de lesiones y disminuyen la diseminación del virus, pero no impiden la infección. Estas vacunas nunca se han comercializado, ni empleado en campo.
Los programas de control de la enfermedad en los países afectados persiguen fundamentalmente una reducción de la prevalencia del virus entre la población porcina, hasta alcanzar valores (<10%) que permitan la aplicación de una política de sacrificio de forma realista y aceptable económicamente.
En un futuro, el desarrollo de vacunas marcadas podrá jugar un importante papel en los programas de control, como herramienta para lograr de forma eficaz una disminución de la prevalencia de la EVC hasta unos límites que permitan comenzar con una política de sacrificio razonable.
Erradicación
Ante la aparición de un brote de EVC las medidas a seguir son similares a las establecidas para la Fiebre Aftosa y otras enfermedades de la lista A de la OIE, teniendo en cuenta las características epidemiológicas particulares de esta enfermedad y del agente infeccioso. Entre las medidas sanitarias a adoptar, destacan la eliminación de focos y el sacrificio todos los animales en las explotaciones afectadas, un estricto control del movimiento de los animales , y el establecimiento de zonas de protección y vigilancia.
Las realización de encuestas epidemiológicas es imprescindible y esencial para la localización de nuevos focos y la adopción de las medidas más eficaces que eviten la propagación de la EVC a otras explotaciones.
Las encuestas epidemiológicas deben proporcionar información detallada sobre cual ha sido el movimiento de los animales en los últimos días o semanas, de las personas relacionadas con cualquier actividad en la explotación, el movimiento de camiones, etc….que provienen desde otras explotaciones a la granja afectada, todo ello con la finalidad de establecer cual ha sido el origen epidemiológico más probable del foco. También deben suministrar toda la información relativa al movimiento de animales, personas, residuos ganaderos, camiones, etc. y de todos aquellos elementos que han podido actuar transportando el virus desde la granja afectada a otras explotaciones, con el fin de poder predecir los posibles nuevos focos que la granja afectada podría ocasionar.
Debido a la persistencia del virus en el ambiente, y a la aparición en los últimos años de cepas virales que producen infecciones leves e incluso cursan de forma asintomática, el control y erradicación de la EVC es una tarea difícil, y conlleva costes muy elevados.
MEDIDAS A SEGUIR EN CASO DE UN FOCO DE EVC
- Detección y sacrificio inmediato de todos los animales de las explotaciones afectadas.
- Programa de control serológico. Diagnóstico.
- Restricción del movimiento en el área afectada,
- Medidas de limpieza y desinfección en las explotaciones afectadas, descontaminación de vehículos, fomites, destrucción de alimentos, etc.
- Mejora de las medidas de Bioseguridad.
La limpieza y desinfección de los locales contaminados es de la mayor importancia dada la especial resistencia a los agentes físicos y químicos del virus de la EVC. Ante la presencia de materia orgánica, la desinfección debe ser hecha mediante la combinación de álcalis, detergentes y calor.
Inmediatamente después del sacrificio de los animales, se realizará una desinfección preliminar, pulverizando con un producto fuertemente alcalino, siguiendo con una limpieza general con sustancias y lavando después con chorro de agua a presión. A continuación se llevará a cabo una fumigación y desinfección. Las partes no inflamables deben ser flameadas 24 horas después, lo cual se repite a los 14 días.
El estiércol debe ser pulverizado con un desinfectante. Apilarlo y dejarlo >5 meses.
Los purines deben almacenarse durante >5 meses, sin tocarlos.
Mantener un programa de vigilancia mediante chequeos serológicos es muy conveniente para impedir o minimizar los riesgos de reentrada de la enfermedad, fundamentalmente en aquellos países con fuerte mercado de importación de animales vivos.
Fuente: Arias, M., Romero, L., Sánchez, C. y Sánchez-Vizcaíno, J.M. & Razas Porcinas.